Pasados 5 años de la primera visita de la Virgen de Coromoto a la Diócesis de Ciudad Guayana, nos queda el grato recuerdo de los momentos vividos por el transcurso de una semana, donde la comunidad en general, se aboco a las calles y templos que conforman la Diócesis.
Entre cantos, rezos y consignas iba transitando la imagen de nuestra excelsa Madre bajo la advocación de Coromoto, Patrona de Venezuela. En cada parada que se hacía, los aplausos no paraban, alegría y gozo, lágrimas de emoción, jóvenes corriendo, ciclistas acompañando en las rutas, conductores en sus vehículos, gente parada en las avenidas y calles, familias en los frentes de sus hogares, trabajadores agolpados en las puertas de sus lugares de trabajo, esperando ansiosos ese momento de sentirse unidos a nuestra Madre celestial: María.
Emoción y vivencias indescriptibles que dejaron un sello para todos los que tuvimos la oportunidad de vivir tan hermosa y esperada visita.
Las Fuerzas Vivas de la Ciudad, presentes de principio a fin, desde el momento en que la imagen pasaba del Vicariato Apostólico de Tucupita a la Diócesis de Ciudad Guayana, justo a la altura del sector Río Claro el domingo 13 de julio para luego entregarla el domingo 20 a la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar a la altura del peaje que conduce a Ciudad Bolívar.
No olvidemos que María Santísima es una sola. La advocación de Coromoto se asigna a nuestra Patrona de Venezuela, la advocación de Virgen del Valle es la Patrona de Oriente, y la Patrona de nuestra Diócesis es la INMACULADA CONCEPCIÓN, a la cual, como comunidad viva en la fe, hemos de venerar con la misma fuerza, porque es nuestra Madre, María Santísma.
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