viernes, 14 de noviembre de 2008

Por la Paz y la Concordia de nuestro país Venezuela

Domingo 16 de Noviembre
Estamos todos invitados a participar en la Hora Santa propuesta por el Departamento de Liturgia, Música y Arte Sagrado de la Conferencia Episcopal Venezolana, que se realizará en todas las Iglesias y en donde estaremos elevando una oración por la Paz y la Concordia de nuestro país Venezuela.


¡Oh Señor nuestro Sacramentado!

Míranos aquí en tu adorable presencia. Venimos a bendecirte y alabarte en unión con todos los hermanos que habitamos esta hermosa tierra, Venezuela, y junto con los ángeles que invisiblemente rodean esta Hostia Sagrada y Divina.
Venimos a consagrarte su presente y su futuro, sus familias, sus jóvenes, sus niños, sus ancianos, sus enfermos en esta Hora Santa llena de amor, de sanación y de esperanza. Nos gozamos de estar aquí, en tu presencia salvadora y liberadora; queremos gustar tu compañía, queremos sentirnos valientes e intrépidos en la fe, queremos conversar contigo, porque tú, Señor, tienes palabras de vida eterna.

Sí, Señor y Dios nuestro. Queremos contemplarte en esta Hostia Santa con el tiernísimo afecto y amor con que te miraba tu Madre; con aquella devoción con que te seguían tus discípulos, y muy singularmente el Discípulo Amado, Juan, cuando la noche de la Cena reclinó su cabeza, llena de preocupaciones, sobre tu ardiente Corazón.

Nos sentimos felices de encontrarnos junto a Ti, y queremos aprovechar todos los momentos de esta Hora Santa también para hacerte compañía, para renovar nuestra fe en tu presencia real y verdadera en este augusto Sacramento del Altar.

Que tu presencia nos convierta, nos estimule y nos alcance la salvación que únicamente de ti esperamos. Concédenos, ¡OH! Jesús, no dormirnos, como se durmieron tus apóstoles, ya cansados por el trabajo, la noche tristísima de tu agonía en el Huerto de los Olivos. Abre nuestros ojos y nuestro espíritu para estar siempre en vela, atentos a la escucha de tu palabra y trabajando para reconocer, amar, aceptar y cumplir tu voluntad.

Míranos, Señor, somos tus hermanos, a quienes tantas veces has alimentado con tu mismo Cuerpo y Sangre y que venimos a pedirte por la paz, por el amor, por la fe. Queremos pedirte por cada habitante de esta tierra llena de gracia que nos has regalado: Venezuela, en este momento tan delicado por el que atravesamos.
Queremos vivir más de tu palabra y de tu gracia; tu palabra que produce gozo, paz y libertad; tu gracia que produce alegría, perdón, salvación y entusiasmo para amarte, alabarte y servirte.

Quita de nuestro corazón todo vestigio de odio, de división, de venganza, de resentimientos, de lejanía, de amargura, de tristeza, de soledad. Sánanos, Señor, perdónanos, reconcílianos, sálvanos.

Aleja de nuestros cuerpos, templos de tu Espíritu, toda enfermedad, toda dolencia, todo pecado.

Aleja de nuestros hogares todo apasionamiento desmedido. Líbranos de la guerra, de la mentira, de la calumnia, del engaño. Apártanos de toda clase de indecisiones. Danos la certeza de tu perdón para que vivamos verdaderamente como hermanos y para que la Iglesia, tú Iglesia, que somos nosotros, resplandezca ante el mundo como signo de unidad e instrumento de tu paz y de tu salvación.

¡Señor! vuelve a nosotros tus ojos y tu mano llena de misericordia; pon en nuestros pensamientos una ráfaga de la luz de tu Rostro, y en nuestros corazones una centellita del fuego que abrasa tu dulcísimo Corazón para amarte y para servirte cada uno de los días que nos tengas en este mundo.

Concédenos, OH Jesús, sentir hondamente la fuerza de tu verdad con aquellas mismas palabras del centurión convertido "verdaderamente tú eres el Hijo de Dios". Amén.

No hay comentarios:

IGLESIA HOY - MAYO 2009

NOVEDADES DE H2O NEWS