domingo, 30 de marzo de 2008

Ciudad Guayana celebrará la Divina Misericordia

CORREO DEL CARONI
sábado, 29 de marzo de 2008

Las organizadoras invitaron a todos los católicos a la celebración. Foto Aníbal Barreto Este domingo, la iglesia pro catedral Nuestra Señora de Fátima abrirá sus puertas para la realización de la fiesta de la Divina Misericordia.
Maigualida de Lezama y Mercedes de Lanser, miembros de esa institución, anunciaron que el evento se realizará bajo el lema “no tengo miedo, confío en su misericordia”, y estará destinado a los católicos.
“Es una fiesta nueva para los católicos que tiene la particularidad de haber sido solicitada por el mismo Jesús, a través de Santa Faustina, cuya canonización fue en la Fiesta de la Misericordia del año dos mil”, explicaron.
Continuaron exponiendo la importancia que tiene esta celebración para los seguidores del catolicismo y los creyentes de la doctrina de Jesús de Nazaret.
“Jesús nos invita a celebrar esta fiesta acogiéndonos a su misericordia por muy negros que sean nuestros pecados, mediante un verdadero arrepentimiento, confesando y comulgando ese día especial en que él derrama sus gracias al mundo entero”, expresaron.
La jornada comenzará a las 8:30 de la mañana del domingo en la iglesia pro catedral Nuestra Señora de Fátima, ubicada en el Centro Cívico de Puerto Ordaz.
Posteriormente, la experiencia se repetirá en la iglesia Virgen del Valle, ubicada en la avenida Monseñor Zabaleta a las 4:00 de la tarde del mismo día.
(MDV)

viernes, 28 de marzo de 2008

Nuevo Vicario General

Mons. Mariano José Parra, informó, que fue nombrado el Pbro. Ludwig (Luis) Boll (a la derecha), actual párroco en la Iglesia San Miguel Arcángel de El Palmar, como nuevo VICARIO GENERAL de la Diócesis de Ciudad Guayana, quien lo acompañará junto al VICARIO EPISCOPAL DE PASTORAL Pbro. Luis Gaytán (a la izquierda) en sus funciones episcopales.
Recordemos, que el Vicario General, según el art 479 del Derecho Canónico, "en virtud de su oficio, al Vicario General compete en toda la diócesis la potestad ejecutiva que corresponde por derecho al Obispo diocesano, para realizar cualquier tipo de actos administrativos, exceptuados sin embargo aquellos que el Obispo se hubiera reservado o que, según el derecho, requieran mandato especial del Obispo"

jueves, 27 de marzo de 2008

Aquí, pronto Semana Santa 2008 en Imágenes

Cursos de preparación para jóvenes en Centro de Capacitación Monseñor Zabaleta


EL DIARIO DE GUAYANA
Jueves, 27 de marzo de 2008
Foto: MAPS

Las inscripciones están abiertas para los cursos de electrónica, nivelación académica I y II, y seguridad industrial.

Las Hermanas Salesianas invitan a los jóvenes desocupados o desertores del sistema escolar a aprovechar alternativas de capacitación juvenil en los cursos que ofrece en centro de capacitación Monseñor Zabaleta, ubicado en el sector Las Batallas, avenida Boyacá de San Félix. Para el periodo marzo-julio están abiertos los cursos de electrónica, nivelación académica I y II, y seguridad industrial. “Los requisitos para optar a los curso, es tener más de 15 años y deseos de superación”, informó Edenis Solano, coordinador pedagógico del turno de la tarde del Centro de Capacitación Juvenil Monseñor Zabaleta.
En el centro hay más de 250 jóvenes, que asisten a clases de martes a viernes y el sábado, asisten cerca de 350 participantes del programa de “Educación de Adultos”, del Instituto Radiofónico Fe y Alegría, IRFA, donde el joven puede egresar como técnico medio en administración, mención, contabilidad. “Ofrecemos a nuestros jóvenes, un ambiente de familia educativo desde hace 8 años”.

Alianza con la UCAB
El centro tiene una alianza con la UCAB-Guayana desde el 2002, donde los jóvenes bachilleres que se preparan y están interesados en ser educadores, optan a una postulación para ingresar a la carrera de educación, amparados por un programa de becas que otorga la dirección de la escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello.

Servitecom: Servicio Técnico a la Comunidad
Otras de las cosechas o frutos del centro, es el programa Servitecom, que es Servicio Técnico a la Comunidad, donde los jóvenes egresados del curseo de refrigeración y corte y confección, brindan a la comunidad, a precios solidarios, servicios en estas dos áreas.
También tienen servicio de fotocopiado y encuadernación. Lo maravilloso de esto, es que los jóvenes, pueden contar con el Servitecom para hacer sus pasantías.

El centro funciona para los jóvenes
Luís Peña, de 17 años, estudiante del curso de nivelación académica II, actualmente bachiller y aspirante a ingresar a la UCAB-Guayana bajo la modalidad de postulado por el centro de capacitación, explicó que el centro le parece bien porque nos ayuda a crecer no solo profesionalmente, sino también espiritual y familiarmente, porque ven clases de crecimiento personal y una jornada de formación humano cristiana donde el joven canta, juega dialoga. “Me gusta compartir con los niños y que aprendan”, dijo.

Las inscripciones están abiertas
Anuncian que en la actualidad, están abiertas las inscripciones para los cursos de Electrónica y Nivelación Académica, en horario comprendido de 1:30 a 5:30 pm. La fecha de inicio es inmediata. Para mayor información, pueden contactar por el teléfono (0286) 9712713. (YH)

martes, 25 de marzo de 2008

Librería Paulinas - 15 Años de presencia evangelizadora



15 Años de presencia y labor evangelizadora, tiene la congregación Hijas de San Pablo, mejor conocidas como Paulinas, en Ciudad Guayana. 15 Años de labor ininterrumpida en su la librería, ofreciendo textos, música, películas en formatos de video cassettes, DVD, y CD; afiches, tarjetas, medallas, imágenes, etc.
Es por ello, que tienen el agrado de invitar a la comunidad, a la Santa Misa que será efectuada el día viernes 28 de marzo a las 5:00 pm, en las instalaciones de la Librería Paulinas, por Mons. Mariano Parra.

Animación Bíblica en la Pastoral


Vivencias en Semana Santa y Pascuas de Resurrección 2008 de la Parroquia San Buenaventura

Hemos celebrado el Viernes Santo en el colegio Nuestra Sra. de Fátima. Cinco parroquias: La Inmaculada, Buen Pastor, Santa Cruz, San Francisco de Asís y nosotros, San Buenaventura. El encuentro de las imágenes. Nosotros con el camión de la cooperativa MI ESPERANZA, Justo y Milagros, la planta que nos dejó ALMACARONI y el equipo de sonido. Un gentío y una belleza este caminar con el Nazareno. El Jueves Santo ha sido para anotar: primera vez que dejamos el Santísimo en la UD-104 donde celebré la Misa de la Cena del Señor.. Una bella experiencia con los turnos de adoración. Eutiquio presidió en el templo parroquial, Jesús en Las Parcelas.

Las Confesiones en San Buenaventura.
Vengo hablando que en todos estos días Eutiquio está confesando a destajo. Pues el Viernes Santo un año más se cumplió la tradición y creo que este año hemos tenido record. Yo me senté a confesar a las 6.45 a.m. y me paré a las 13.15 p.m. Y los demás curas, lo mismo. Hubo momentos en que estuvimos 10 sacerdotes: Eutiquio, Jesús Oviedo, Humberto, Gregorio, Hector, Estanislao, Manuel, Jose Gregorio, el Hno. René y yo. Toda una experiencia de sanación. Un mundo de sentimientos, de pasiones, de sufrimiento y de gracia. La sesión terminó a las 13.50 p.m. Las doñas nos sirvieron un té frío con limón y nos recordaron el ayuno y abstinencia. Siempre me acuerdo de algunos operarios jubilados en España que podrían hacer una excelente misión en la visita a los enfermos, confesiones, escuchar cuando tantos hijos de Dios abren su corazón y lo único que necesitan es que alguien les escuche. Y en el nombre de Dios les de la absolución. Una misión liberadora. Cuando vaya a la Asamblea me convertiré en abanderado de una cruzada invitando a los hermanos a venirse a estas comunidades.

Las Procesiones.
Una Iglesia peregrina, sencilla, pueblo convocado. Procesión de los Ramos –por las Parcelas, El Roble y Paramaconi; procesión del Nazareno, por Manoa –pasó por La Lucha y por UD-102, que buena, que procesión tan bella, que trabajo hicieron las organizadoras, nos íbamos deteniendo en las casas de enfermos, y la procesión del Viernes Santo, en el encuentro de las imágenes con las cinco parroquias. Todo nos dice que somos iglesia peregrina, caminante, que somos discípulos, que no podemos anquilosarnos ni ser una iglesia instalada. La institución tiende a que nos quedemos, a no salir, a ser una iglesia burguesa.

La Peregrinatio y los jóvenes misioneros La Legión de María ha estado misionando durante la semana santa. Un grupo de misioneras se quedaron viviendo en la parroquia. A las 5 a.m. ya estaba servido el café, a las 6.30 a.m. los laudes con la comunidad, en la noche la revisión del día y sobre todo, barrio adentro, meterse en las casas 188 hogares visitados en la casa, 50 en la puerta, niños, jóvenes, parejas para santificar el hogar, niños sin escuela…las legionarias han visto la realidad y se han dejado interpelar por ese Dios de los pobres, ese Dios humanado en las entrañas de María Santísima y en el Nazaret diario. Al terminar la peregrinatio y presentar el informe formal al director espiritual, entramos en un ambiente donde el Magnificat se estaba actualizando. Estas mujeres, pilas, daban gracias a Dios porque el Señor se fijó en ellas, porque fueron enviadas, porque aceptaron el reto de ponerse en sus manos, porque se llevan en sus corazones nombres, caras, rostros, amistades, gestos de acogida, muchas sonrisas, toda la esperanza del mundo. “No tuvimos miedo”, “el Señor nos acompañaba”, confesaban en la asamblea cuando les advirtieron de la peligrosidad del barrio. “Son una gente encantadora” fue el resumen del informe. Ahora nos dejan el reto a la parroquia San Buenaventura, que dada la situación geográfica de los sectores y los límites con la parroquia Jesucristo Resucitado, ha nombrado un equipo para coordinar con el P. Gregorio, párroco, trabajos en conjunto. Nos quedan los nombres de las parejas que desean santificar su hogar, nos invitan a visitar el sector y a salir de San Buenaventura para allá, en el lugar, tener la catequesis y el anuncio de la Buena Nueva. En esta Semana Santa la Legión ha sentido más su propia identidad de grupo misionero. Y los jóvenes que se quedaron en la parroquia y que salieron al barrio, en la preparación, formación convivencia, inducción a la oración, al trabajo en equipo, Jóvenes para la formación cristiana. Jesús Oviedo les acompañó más de cerca y algunas noches se fueron a descansar a las 2 a.m. La Vigilia Pascual nos reservó la celebración del fuego: 9 jóvenes en la oscuridad de la noche aparecieron en la placa de la Iglesia con antorchas y el fuego solemne y emocionante. Estos chicos y chicas están llenos de vida.

Las Celebraciones.
El 23 de Marzo, domingo de Resurrección, cumplí 61 años.(Cuando le digo a la gente la edad no me cree, porque y que soy más chamo de lo joven que estoy) En la misa de 8 a.m., día de la bendición del agua, el día que más gente se convoca y en la acción de gracias llamé a Juliana, doña de la comunidad que también estaba de cumple. Y llegaron los mariachis. Y aquella iglesia se convirtió en un jalisco cualquiera. Me decía Juliana que no habíamos podido pensar en un día mejor para cumplir años. A Dios le doy gracias porque me ha puesto en la vida cerca de un grupo de amigos, mucho cariño. A las 9.30 –que fueron las 10.15 a.m. misa en la UD_104 -y además del cumpleaños del párroco, la torta de tres leches, lo importante es que la comunidad está resucitada. Los bancos en círculo, en asamblea con participación y alegría. Regalos y más cariños. El programa del Domingo de Resurrección contempla la boda programada para las 10.30 que comenzó a las 11.30 pero nadie tenía prisa. Todo el mundo nos metimos en la celebración. Jesús Rafael Jiménez y Santa Cristina por un lado y Tito Rafael y Luz Belia formaron las parejas del mes. Santificación de hogar y familia. Cristina estaba tocada con una pluma de ave fugaz, de un azul lago mediodía, vestido rasgado por la rodilla derecha. Luz Belia, de vestido ceñido, hueso natural, tocada con magnolias de la sabana. Las dos, con ramos de flores silvestres, estaban como “unas carajitas, bellas como quinceañeras”, comentaba el director de la Pastoral Familiar. Los apuestos novios llevaban chaquetas anchas, para la brisa, optando por lo informal Jesús Rafael al prescindir de la corbata clásica, no así Tito Rubén que vistió completito. Este pueblo de Guayana es único para celebrar. Una amiga, dada la espiritualidad de amor que invadió la parroquia con estas bodas y testimonios proféticos, me dijo que el día antes había cumplido años de la primera vez que le dio la prueba de amor a quien hoy es el padre de sus hijos. Una celebración mística, de éxtasis como la imagen de Santa Teresa con la boca abierta en aquella iglesia romana, , el primer encuentro de pasión y entrega, de amor y utopía, y no me extraña que al ver la felicidad de los novios, esta pareja se anote en la lista de la santificación de hogar. Ese acontecimiento, la primera prueba de amor, no se celebra en la Vía de la Reconciliatione ni está en la liturgia oficial. (Para el sábado 29 tenemos anotadas para la catequesis de santificación de hogar… 18 parejas)

A la boda.
Eutiquio, con la Pastoral Familiar, había preparado los textos, multicopiados, de una calidad, de una belleza que la gente quedó con la boca abierta. Además Cristina se los aprendió de memoria, la declaración de compromiso y de fidelidad recitados con una ternura especial para ese momento, ese Kairós de parejas, las ofrendas, la entrega de la Biblia, las lecturas, el salmo, textos de Victor Hugo, de Gibram, de Benedetti, de Joaquín Sabina…”que todas las noches sean noches de luna de miel” Chicho y Betzaida, con sus canciones para soñar: “Te seguiré, mi amor, te seguiré”. La China Betzaida les regaló a los novios la oración de la consagración matrimonial, pura espiritualidad. Jesús Rafael inició la celebración del sacramento del matrimonio confesándonos que se había estado preparando durante años para ese momento, con su esposa, desde ahora, podría unirse a la Comunidad en el Banquete de la Eucaristía. Y el hijo de Tito, cuando terminó de leer el texto fijado y dijo sus palabras: “Gracias por que son ustedes unos padres muy buenos, papá y mamá, cuenten conmigo y que la parroquia cuente igualmente por toda la acogida que le han dado a mis padres…” A todos nos emocionó. (Le pediré el teléfono al casi ingeniero petrolero para los proyectos de la parroquia) Y las mujeres: Bárbara, Chabela, Eglé…predicaron y bendijeron este amor de años. Sus esposos estaban ahí, vigilantes del momento, testigos de algo grande que estábamos viviendo en la pequeñez de lo sencillo. Nos estábamos dando cuenta que somos muy amigos, que son muchos años, día a día, los que llevamos caminando juntos. Esto sólo se puede ver con ojos que valores lo pequeño como algo muy grande. Eutiquio, confesando, fue llamado para incorporarse a la presidencia en la Anáfora y la Consagración. Y Jesús Oviedo, así que fue una boda de tres curas y cientos de amigos como testigos, los viejitos del comedor, los coordinadores de las siete parroquias, todos los grupos de San Buenaventura. Con predominio de los pobres, de los que limpian la iglesia, de los grupos de AA y NA. Estas bodas han sido una proclama de Buena Nueva, de Resurrección, de Insurrección que nos presentó Eutiquio. Es posible que la gente se ame, que seamos hermanos, que vivimos en fraternidad. Al banquete nos sentamos unas 240 personas, y música, bailes, pasodobles que Ronald y Rixenys, los hijos de Ricardo y Xenia, profesionales de la bandolina y el cuatro. Frank Morffee fue el jefe de los servicios de comunicación –andaba con una grabadora- y cocina, Urbano responsable de las bandejas grandes para repartir los pasteles de pescado, yuca, ensalada y jugo de auyama. En la cocina, el compadre de Jesús, Chicho, que le dio una prueba de solidaridad, se echó al hombro todo el trabajo de preparar el almuerzo, de limpiar, de meterse en la cocina y no salir. Un buen compadre. Y es que todo este grupo, esta comunidad de San Buenaventura, es que es muy buena, da gusto vivir celebrando la vida por cualquier motivo. Como decíamos en la misa, los amigos de unos son amigos de los otros. El grupo Tambó es especial. Nos presentó bailes llaneros de esos que la bailaora gira y gira dando vueltas en remolino de frenesí. Y el calipso contagiante. A las 5.30 p.m. íbamos terminando para que Jesús Oviedo saliera a la misa y yo me fuera a Las Delicias a celebrar la Eucaristía nº 4, que tuvo tal emoción que parecía la primera. Dios en Jesús Salvador está en esa comunidad tan querida por la Sra. Esperanza, que en gloria esté, y por Herminio. Al llegar a casa me encontré con un presente de Clemente y Yajaira que vinieron a felicitarme. El Dr. Mayo con su esposa me visitó cuando estábamos con los compadres Vázquez terminando el día, evaluando y yo recitando unos poemas de Miguel Hernández del libro que me regaló Jorge.

El día después.
El domingo fue día de muchas misas, celebraciones, las bodas. Así que varios amigos y familia que llamaron para felicitar no me encontraron. Les contestaré a los que se acordaron. La casa amaneció de un desorden subido, y ahora volver al día a día, al Nazaret diario, terminaron procesiones, marchas, semana santa, vigilias. Ahora a renovar el ánimo y seguir en la lucha diaria que ahí está la mística. Ser pueblo, vivir con el pueblo, aprender, estar abierto, saludar las mil oportunidades que Dios nos ofrece. Por Tito y Luz Belia, Por Cristina y Jesús Rafael, por este sacerdote cumpleañero, el mejor brindis de agradecimiento a esta bella comunidad de amigos. Eso sí, en estas ocasiones es que se echan de menos las presencias que fueron ausencias, que no llamaron cuando se estaba esperando. Pero algunos amigos y compadres son malos para retener fechas.

Jesús Resucitado nos convoca a fortalecer la comunidad en Justicia y Solidaridad. FELIZ PASCUA DE RESURRECCION. Cuando tenemos en la ciudad cuestiones pendientes que no son de Resurrección. La agresión de la Guardia Nacional contra los obreros de SIDOR fue bestial: palos, peinilla, bombas lacrimógenas a quemarropa, detenciones injustificadas, humillaciones irracionales. Eso no se le hace a un hombre y mucho menos a un colectivo. De una vez por todas hay que enfrentar esa represión. La Fiscalía ha de tomar cartas en el asunto y señalar responsabilidades. Esta es una realidad sangrante en Ciudad Guayana. Como en el encuentro del martes santo con las madres y padres a los que les mataron sus hijos y que celebramos en la parroquia “Ha denunciado su caso?”, y “para qué” era la respuesta general de mamás y papás de hijos de 15 años, de 18, de 20, los jóvenes muertos antes de tiempo. No hay fe en la justicia, ni en la policía, ni en la fiscalía. Esa, digo, es una cuestión tan seria que todo lo demás es palabrería. Hay mucho discurso que es pura paja. Hay gente que no camina en procesión con el pueblo ni visitó el velorio de un ajusticiado en el barrio sin asfalto. Los más pobres se sienten indefensos. Será que por eso son miles los seguidores del Nazareno. Cruces y humillaciones en el Hijo de Nazaret reflejo de estos hijos e hijas que buscan resucitar con el que DEJÓ EL SEPULCRO VACIO. Desde San Buenaventura proclamamos que vive el que estaba muerto y es El quien nos envía a confesar la BUENA NUEVA. Los nuevos esposos han respondido a este reto y su proclama de la Buena Nueva de Salvación lo concretaron en la Escuela de Béisbol Menor y en el proyecto de Natación. Buscando alternativas de prevención, de vida, de Resurrección. Por la Vida y la solidaridad NO A LA REPRESIÓN , NO A LA MUERTE.

Matías Camuñas
San Buenaventura
24 Marzo 2008, en el 28º aniversario de la Pascua de Romero de América

lunes, 24 de marzo de 2008

"La Fuente de tus Noticias" (www.h2onews.org)

En enero de este año2008 nació esta nueva Agencia Católica de Noticias (con sede en Roma).Ofrece gratis diaria o semanalmente noticias realizadas por un equipo de profesionales de todo el mundo a los canales de televisión, a las páginas web y a las estaciones de radio católicas en ocho idiomas. El reto de H2onews parte de la idea de una comunicación que crea comunión.
¿Qué es H2Onews?
H2onews, la Fuente de tus noticias, es un servicio de información católica. H2onews realiza y distribuye cada día noticias en formato audio/video/texto en 8 idiomas sobre la vida de la Iglesia y sobre los acontecimientos sociales y culturales que tienen que ver directamente con la vida de los católicos en el mundo. H2onews ofrece un servicio completamente gratuito a las televisiones católicas, sitios web católicos y radios católicas, para que las palabras del Papa y las noticias sobre la Iglesia sean accesibles a todos los que lo deseen, incluso a las realidades más pobres. H2onews es una plataforma digital en la cual todos pueden compartir su profesionalidad porque la esencia de H2onews es dar voz a todas las realidades católicas en el mundo. H2onews está al servicio de la comunicación católica en el mundo y quiere crear una "red en la red".
¿Cómo nace el proyecto?
H2onews acepta la invitación del Papa para usar los medios de comunicación al servicio de la evangelización, de la paz y del desarrollo de los pueblos (Cf. Jornada Mundial de las ComunicacionesSociales, 18 mayo de 2005 y otros documentos). El proyecto H2onews surge durante el primer Congreso Mundial deTelevisiones Católicas, promovido por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales en octubre del 2006 en Madrid. El objetivo de H2onews es responder a las necesidades de crecimiento de la comunicación católica de todo el mundo, a través de los nuevos medios. Este reto ha sido asumido por un grupo de profesionales de la televisión y de la información que con espíritu eclesial han dado vida a H2onews. Este equipo cuenta, además, con la experiencia profesional de las Hermanas del Hogar de la Madre, dotadas de una particular sensibilidad por la comunicación audiovisual.
¿Por qué este nombre?
H2onews es la fórmula química del agua, elemento vital. Este servicio informativo quiere ser agua para el usuario: ofrecer una información renovadora que surge de la fuente del Evangelio. En la tradición cristiana, el agua es símbolo de vida, con una connotación de purificación, salvación, renovación y vitalidad. H2onews nace en Roma, centro mundial de la catolicidad.
¿Participan otras realidades mediáticas católicas?
Participan en H2onews, de manera esencial, los productores de la información católica que se convierten no sólo en usuarios delservicio sino también en protagonistas del mismo, compartiendo de este modo servicios informativos, reportajes, entrevistas, videos musicales. Entre éstos, el Centro Televisivo Vaticano, Radio Vaticana y otras realidades televisivas católicas como Salt & Light Tv, Popular Televisión, KTO, EWTN, Cançao Nova…
¿Cuál es la línea editorial de H2onews?
H2onews adopta como único criterio editorial la visión católica de la realidad y la orientación de los representantes autorizados de laIglesia.H2onews es el primer servicio informativo católico a nivel mundial queofrece gratuitamente un servicio en ocho idiomas.
¿Por qué Internet?
El reto de H2onews parte de la idea de una comunicación que creacomunión. Hoy el canal de distribución privilegiado es Internet, tantopara las televisiones como para los usuarios.Internet permite facilidad de acceso y posibilidad de compartir lapropia experiencia, la profesionalidad y los talentos.
Colaboración del Padre José Martínez de Toda SJ

VOLVER A DECIR: PADRE NUESTRO

CARTA A LOS CRISTIANOS (Marzo 2008)

Es la oración que Jesús, El Señor, nos enseñó. Es la oración por antonomasia de sus discípulos, hombres y mujeres, que sin importar las consecuencias de la fe seguimos creyendo en Él.
Decir Padre Nuestro, es ver, sentir y tratar como hermano al prójimo, incluso al que no profesa nuestra propia fe. Así como el bautismo nos hace pasar de creaturas a hijos de Dios, en Cristo el prójimo pasa a ser hermano, en esto último se convierte al que acostumbramos a llamar prójimo. ¿Tratamos cómo hermano al otro? Más que verlo, ¿lo tratamos como un verdadero hermano en Cristo?Decir Padre Nuestro, es aspirar al cielo sin descuidar la tierra.
En otras palabras, no hay cielo nuevo sin tierra nueva. Aspiremos al cielo construyendo una tierra mejor comenzando por nuestra sociedad, que está más cercana de la tierra (abstracta) y más próxima que el cielo. De hecho, el pasaporte para el Reino de Dios, que pedimos que venga, comienza aquí y ahora.
Decir Padre Nuestro, es reiterar que se haga la voluntad de Dios como lo demostró Jesucristo en el momento más trascendental de su vida: Si quieres aparta de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Decir Padre Nuestro, es compartir el pan de cada día que pedimos. Es también compartir la arepa, el pollo, la comida de cada día que se necesita para vivir, para tener fuerza y emprender las labores cotidianas. Compartir el sustento, especialmente con los más pobres, con esos hombres y mujeres, como nos lo recuerda el apóstol Santiago en su carta: Si a un hermano o a una hermana les falta la ropa y el pan de cada día, y uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; que no sientan frío ni hambre”, sin darles lo que necesitan, ¿de qué les sirve? Esto nos lo dice el apóstol Santiago, a propósito, de poner en práctica la fe, porque una fe sin obras es una fe muerta.
Decir Padre Nuestro, es confirmar que sólo su Nombre debe ser santificado, y sólo ante Papá Dios y su Hijo, nuestro Señor, deben doblarse nuestras rodillas, no ante alguien más por mucho poder que tenga.
Decir Padre Nuestro, es confiar en su presencia que nos libra de las tentaciones y nos aparta del mal.
Vamos a darle una mano a Dios en su creación, si no puedes darle una mano, dale entonces las dos para que la humanidad vuelva a decir: Padre Nuestro. Amén.

Padre Gerardo Moreno
Parroquia Santa Teresa de Jesús
Frente al Hospital Uyapar
Telef.: 0286-9625143
Puerto Ordaz, Venezuela

LA PARROQUIA VIRGEN DEL VALLE INVITA


Guayacitanos acudieron masivamente a la pasión, muerte y resurrección de Cristo


NUEVA PRENSA DE GUAYANA
Escrito por Henry Parada López


Foto: Guillermo Mora/Jorge Márquez Sunday, 23 de March de 2008

Templos cristianos abarrotados de feligreses en la Semana Mayor

Los guayacitanos se integraron a la pasión, muerte y resurrección de Cristo en esta Semana Santa.
Abarrotando cada una de las iglesias de las distintas parroquias de Ciudad Guayana
Como ya es una tradición, dentro de la religión cristiana en Venezuela y en especial en esta región, los feligreses guayacitanos acudieron masivamente a los diferentes templos cristianos de toda Ciudad Guayana para asistir a la conmemoración de los días de la pasión, muerte y resurrección de Jesuscristo que se dieron inicio desde el pasado domingo 16 del presente mes.
Esta gran asistencia de feligreses quedó evidenciada en cada una de las jornadas de liturgia de la Semana Mayor, teniendo como bastión que muchos de los asistentes que acudieron a estos templos fueron a la búsqueda de la reflexión y al encuentro de Jesucristo, tal como es costumbre en estos días de celebración de la fe cristiana.
Todas estas actividades católicas tuvieron comienzo el pasado domingo 16 del presente mes, con la celebración del Domingo de Ramos, día que le da comienzo a la Semana Santa y que se celebra la entrada triunfal de Jesucristo al templo cristiano.
En esta ocasión y como es la tradición, los sacerdotes de las diferentes parroquias de la ciudad, en las ceremonias litúrgicas dieron la bendición de las palmas y ramas de olivo o laurel que llevan en sus manos los fieles, rememorando el pasaje evangélico de los días cercanos a la pasión de Cristo.
Luego la conmemoración siguió el pasado martes cuando algunos templos cristianos de esta ciudad, como la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto, celebraron la santa misa de los enfermos, donde los feligreses que padecen una enfermedad acuden a las iglesias para encontrar la santa bendición de los sacerdotes rectores de las diferentes casas de Dios.
A esta celebración de la Semana Mayor en esta iglesia, siguieron el pasado Miércoles Santo, con la conmemoración del día del Nazareno de San Pablo, teniendo como evento central la peregrinación de esta imagen santificada por las calles de la urbanización Los Olivos, una de las parroquias con mayor número de fieles en Ciudad Guayana.
Además otro de los sectores de esta ciudad que se sumó a la veneración del Nazareno de San Pablo fue el sector de Chirica Vieja, cuando los feligreses de la parroquia San Judas Tadeo, salieron a las calles de esta populosa comunidad a acompañar a la peregrinación del santo.
Otra de las procesiones que se realizaron en Ciudad Guayana y que tuvo una presencia masiva de fieles fue la peregrinación del Nazareno y de la Dolorosa, las cuales salieron desde las parroquias de Fátima y Del Valle respectivamente y que las mismas tuvieron punto de encuentro en la avenida Las Américas, del Centro Cívico de Puerto Ordaz.
Luego para el Jueves Santo, la mayoría de las iglesias realizaron los oficios del día, rememorando el lavatorio de pies que realizados por los sacerdotes de los diferentes templos, y donde se recuerda el gesto que realizara Jesús antes de la Ultima Cena con sus apóstoles.
Asimismo en este día santo, también se realizaron vigilias a la espera del Viernes Santo y las misma tuvieron inicio en los templos desde tempranas horas de la noche y culminando en la madrugada del pasado viernes.
En el día del Viernes Santo, la mayoría de las parroquias de Ciudad Guayana realizaron en todos los templos religiosos, un vía crucis donde se recuerda los últimos momentos de la vida terrenal de Jesucristo, siendo esta representación una de las actividades más esperadas y concurridas por los feligreses dentro de la Semana Mayor.
Allí los feligreses de las distintas parroquias como la Virgen Del Valle, Coromoto, Fátima y San Judas Tadeo, caminaron junto a una representación viviente de Jesús cuando éste llevaba su cruz para su santa crucifixión.
Luego de esta santa celebración culminaron el pasado domingo cuando los feligreses de esta ciudad acudieron de forma masiva a celebrar la resurrección de Jesucristo después de la crucifixión, va al encuentro con sus apóstoles y luego sube hacia los cielos, también es la finalización de la Semana Santa.
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús significa el triunfo de Jesuscristo sobre la muerte y con esto abrió las puertas del cielo a los creyentes. En la misa dominical se recuerda de una manera especial. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo Resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la ascensión, cuando Jesús sube al cielo.

Feligreses celebran resurrección de Cristo

CORREO DEL CARONI
lunes, 24 de marzo de 2008
Ainara Fernández R.
Foto Pablo Ruiz

Los feligreses colmaron de adoración al Señor llenando los templos La comunidad católica del mundo celebra este domingo la resurrección de Jesucristo, después de que fue crucificado para salvar al mundo de los pecados.
No sólo los cristianos de otras latitudes colmaron de fe los templos, pues en Ciudad Guayana decenas de personas salieron este domingo a las iglesias para festejar junto a Jesucristo su resurrección, a la par de agradecerle por la vida que le ha dado a la ciudadanía y de pedirle por un país mejor.
Tanto la resurrección y la pascua son celebradas en el mundo católico con actos de fe que colman las iglesias del país, pues los fieles a Jesús de Nazaret buscan agradecerles el sacrificio que hizo por cada uno de los habitantes de la tierra.
En este último día de la Semana Mayor reinó la alegría, la oración y la fe en las iglesias de la ciudad, pues a medida que transcurrían las misas los templos se llenaban de más personas.
El sacerdote Gustavo Suárez ofició la misa en la iglesia Nuestra Señora de Fátima en el Centro Cívico de Puerto Ordaz, donde recordó que la resurrección del redentor es “la victoria de todos, porque cada uno de los bautizados somos el ser de Cristo”.

Emoción cristiana
En un acto de fe, los feligreses escucharon atentamente la palabra de Dios en la eucarística, donde hubo gran emoción por celebrar que Jesús volvió a la vida para salvarnos, “porque el Señor se entregó a nosotros por amor, por eso celebramos un misterio de amor”, dijo el padre.
De la misma forma, el sacerdote llamó a hacer siempre el bien, para vivir en un mundo mejor, “porque nuestra misión es ser testigos de la resurrección de Dios, por eso tenemos que proclamar su palabra”.
Dentro del sermón, el sacerdote pidió por la paz y la tranquilidad de cada uno de los habitantes del país, para así tener una mejor sociedad cada día.

“Llenos de fe”
En la eucaristía de la iglesia Nuestra Señora de Fátima en el Centro Cívico de Puerto Ordaz, leyeron el Santo Evangelio según San Juan, donde en el capítulo 20, se narra la resurrección de Cristo, en la cual “Jesús debía resucitar de entre los muertos”.
La misa de este Domingo de Resurrección es un acto de fe, donde decenas de personas llenaron los templos para recibir la palabra del Padre creador, a la vez que les bendijeran el agua que habían llevado desde sus hogares, en vista de que el vital líquido es puro y llena de vida al hijo de Dios.
Desde que los feligreses llegaron a la misa, el padre los roció con agua bendita para purificar el alma, y así limpiar los pecados al creyente con el objetivo de que vuelva a nacer el amor por el padre redentor.

Devoción agradecida
Luzmarvis Zamora, habitante de Puerto Ordaz, explicó que la misa del Domingo de Resurrección significa “recuperar la vida. Es entender el porqué Jesús vino al mundo, mucha gente cree que su muerte fue algo malo, pero la verdad es que él nos devolvió la vida”.
Para Mercedes de Herrera, residente de la ciudad, esta fecha tiene una connotación especial, “significa el renacer de la vida de todos los cristianos, es la representación del gran amor de Jesucristo por toda la humanidad”.
De Herrera señaló que es importante que los cristianos hagan todas las actividades “en nombre de Dios, en esta Semana Santa he pedido mucho por Venezuela y paz para el país”.

domingo, 23 de marzo de 2008

Pascua 2008 Cristo ha muerto y resucitado por todos, Él es nuestra esperanza, subraya el Papa


VATICANO, 23 Mar. 08 / 08:36 am (ACI).- Al mediodía de hoy (hora de Roma), el Papa Benedicto XVI dirigió a los miles de peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro y a todos los fieles católicos del mundo su mensaje "Urbi et orbi" para la Pascua de Resurrección 2008. El Pontífice deseó asimismo una Feliz Pascua en 63 lenguas diferentes.
A continuación las palabras del Santo Padre:
"Resurrexi, et adhuc tecum sum. Alleluia! He resucitado, estoy siempre contigo. ¡Aleluya! Queridos hermanos y hermanas, Jesús, crucificado y resucitado, nos repite hoy este anuncio gozoso: es el anuncio pascual. Acojámoslo con íntimo asombro y gratitud.
"Resurrexi et adhuc tecum sum". "He resucitado y aún y siempre estoy contigo". Estas palabras, entresacadas de una antigua versión del Salmo 138 (v.18b), resuenan al comienzo de la Santa Misa de hoy. En ellas, al surgir el sol de la Pascua, la Iglesia reconoce la voz misma de Jesús que, resucitando de la muerte, colmado de felicidad y amor, se dirige al Padre y exclama: Padre mío, ¡heme aquí! He resucitado, todavía estoy contigo y lo estaré siempre; tu Espíritu no me ha abandonado nunca.
Así también podemos comprender de modo nuevo otras expresiones del Salmo: "Si escalo al cielo, allí estás tú, si me acuesto en el abismo, allí te encuentro...Por que ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día; para ti las tinieblas son como luz" (Sal 138, 8.12). Es verdad: en la solemne Vigilia de Pascua las tinieblas se convierten en luz, la noche cede el paso al día que no conoce ocaso. La muerte y resurrección del Verbo de Dios encarnado es un acontecimiento de amor insuperable, es la victoria del Amor que nos ha liberado de la esclavitud del pecado y de la muerte. Ha cambiado el curso de la historia, infundiendo un indeleble y renovado sentido y valor a la vida del hombre.
"He resucitado y estoy aún y siempre contigo". Estas palabras nos invitan a contemplar a Cristo resucitado, haciendo resonar en nuestro corazón su voz. Con su sacrificio redentor Jesús de Nazaret nos ha hecho hijos adoptivos de Dios, de modo que ahora podemos introducirnos también nosotros en el diálogo misterioso entre Él y el Padre. Viene a la mente lo que un día dijo a sus oyentes: "Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar" (Mt 11,27).
En esta perspectiva, advertimos que la afirmación dirigida hoy por Jesús resucitado al Padre, –"Estoy aún y siempre contigo"– nos concierne también a nosotros, que somos hijos de Dios y coherederos con Cristo, si realmente participamos en sus sufrimientos para participar en su gloria (cf. Rm 8,17). Gracias a la muerte y resurrección de Cristo, también nosotros resucitamos hoy a la vida nueva, y uniendo nuestra voz a la suya proclamamos nuestro deseo de permanecer para siempre con Dios, nuestro Padre infinitamente bueno y misericordioso.
Entramos así en la profundidad del misterio pascual. El acontecimiento sorprendente de la resurrección de Jesús es esencialmente un acontecimiento de amor: amor del Padre que entrega al Hijo para la salvación del mundo; amor del Hijo que se abandona en la voluntad del Padre por todos nosotros; amor del Espíritu que resucita a Jesús de entre los muertos con su cuerpo transfigurado.
Y todavía más: amor del Padre que "vuelve a abrazar" al Hijo envolviéndolo en su gloria; amor del Hijo que con la fuerza del Espíritu vuelve al Padre revestido de nuestra humanidad transfigurada. Esta solemnidad, que nos hace revivir la experiencia absoluta y única de la resurrección de Jesús, es un llamamiento a convertirnos al Amor; una invitación a vivir rechazando el odio y el egoísmo y a seguir dócilmente las huellas del Cordero inmolado por nuestra salvación, a imitar al Redentor "manso y humilde de corazón", que es descanso para nuestras almas (cf. Mt 11,29).
Hermanas y hermanos cristianos de todos los rincones del mundo, hombres y mujeres de espíritu sinceramente abierto a la verdad: que nadie cierre el corazón a la omnipotencia de este amor redentor. Jesucristo ha muerto y resucitado por todos: ¡Él es nuestra esperanza! Esperanza verdadera para cada ser humano.
Hoy, como hizo en Galilea con sus discípulos antes de volver al Padre, Jesús resucitado nos envía también a todas partes como testigos de su esperanza y nos garantiza: Yo estoy siempre con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo (cf. Mt 28,20). Fijando la mirada del alma en las llagas gloriosas de su cuerpo transfigurado, podemos entender el sentido y el valor del sufrimiento, podemos aliviar las múltiples heridas que siguen ensangrentando a la humanidad, también en nuestros días.
En sus llagas gloriosas reconocemos los signos indelebles de la misericordia infinita del Dios del que habla al profeta: Él es quien cura las heridas de los corazones desgarrados, quien defiende a los débiles y proclama la libertad a los esclavos, quien consuela a todos los afligidos y ofrece su aceite de alegría en lugar del vestido de luto, un canto de alabanza en lugar de un corazón triste (cf. Is 61,1.2.3).
Si nos acercamos a Él con humilde confianza, encontraremos en su mirada la respuesta al anhelo más profundo de nuestro corazón: conocer a Dios y entablar con Él una relación vital en una auténtica comunión de amor, que colme de su mismo amor nuestra existencia y nuestras relaciones interpersonales y sociales. Para esto la humanidad necesita a Cristo: en Él, nuestra esperanza, "fuimos salvados" (cf. Rm 8,24)
Cuántas veces las relaciones entre personas, grupos y pueblos, están marcadas por el egoísmo, la injusticia, el odio, la violencia, en vez de estarlo por el amor. Son las llagas de la humanidad, abiertas y dolientes en todos los rincones del planeta, aunque a veces ignoradas e intencionadamente escondidas; llagas que desgarran el alma y el cuerpo de innumerables hermanos y hermanas nuestros.
Éstas esperan obtener alivio y ser curadas por las llagas gloriosas del Señor resucitado (cf. 1 P 2, 24-25) y por la solidaridad de cuantos, siguiendo sus huellas y en su nombre, realizan gestos de amor, se comprometen activamente en favor de la justicia y difunden en su alrededor signos luminosos de esperanza en los lugares ensangrentados por los conflictos y dondequiera que la dignidad de la persona humana continúe siendo denigrada y vulnerada. El anhelo es que precisamente allí se multipliquen los testimonios de benignidad y de perdón.
Queridos hermanos y hermanas, dejémonos iluminar por la luz deslumbrante de este Día solemne; abrámonos con sincera confianza a Cristo resucitado, para que la fuerza renovadora del Misterio pascual se manifieste en cada uno de nosotros, en nuestras familias y nuestros Países. Se manifieste en todas las partes del mundo.
No podemos dejar de pensar en este momento, de modo particular, en algunas regiones africanas, como Dafur y Somalia, en el martirizado Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa, en Irak, en Líbano y, finalmente, en Tibet, regiones para las cuales aliento la búsqueda de soluciones que salvaguarden el bien y la paz. Invoquemos la plenitud de los dones pascuales por intercesión de María que, tras haber compartido los sufrimientos de la Pasión y crucifixión de su Hijo inocente, ha experimentado también la alegría inefable de su resurrección.
Que, al estar asociada a la gloria de Cristo, sea Ella quien nos proteja y nos guíe por el camino de la solidaridad fraterna y de la paz. Éstos son mis anhelos pascuales, que transmito a los que estáis aquí presentes y a los hombres y mujeres de cada nación y continente unidos con nosotros a través de la radio y de la televisión. ¡Feliz Pascua!"

El Papa invita a los cristianos a ser "hombres y mujeres de la luz" durante Vigilia Pascual


VATICANO, 22 Mar. 08 / 04:51 pm (ACI).- El Papa Benedicto XVI presidió este Sábado Santo a las 9:00 p.m. -hora de Roma- en la Basílica de San Pedro, la solmene celebración de la Vigilia Pascual, durante la cual llamó a los cristianos a ser personas "pascuales", hombres y mujeres de la luz, capaces de elevar sus corazones por encima de las dificultades terrenas.
Durante la celebración, el Pontífice recibió dentro de la Iglesia católica a seis catecúmenos de diversas partes del mundo, incluyendo China y Perú.
La Vigilia comenzó en el atrio de la Basílica, donde se bendijo el Cirio Pascual y se entonó el "Exulted".


Tras la lectura del Evangelio, el Santo Padre pronunció la siguiente homilía:


Queridos hermanos y hermanas:
En su discurso de despedida, Jesús anunció a los discípulos su inminente muerte y resurrección con una frase misteriosa: "Me voy y vuelvo a vuestro lado" (Jn 14,28). Morir es partir. Aunque el cuerpo del difunto aún permanece, él personalmente se marchó hacia lo desconocido y nosotros no podemos seguirlo (cf. Jn 13,36). Pero en el caso de Jesús existe una novedad única que cambia el mundo. En nuestra muerte el partir es una cosa definitiva, no hay retorno. Jesús, en cambio, dice de su muerte: "Me voy y vuelvo a vuestro lado". Justamente en su irse, él regresa. Su marcha inaugura un modo totalmente nuevo y más grande de su presencia. Con su muerte entra en el amor del Padre. Su muerte es un acto de amor. Ahora bien, el amor es inmortal. Por este motivo su partida se transforma en un retorno, en una forma de presencia que llega hasta lo más profundo y no acaba nunca. En su vida terrena Jesús, como todos nosotros, estaba sujeto a las condiciones externas de la existencia corpórea: a un determinado lugar y a un determinado tiempo. La corporeidad pone límites a nuestra existencia. No podemos estar contemporáneamente en dos lugares diferentes. Nuestro tiempo está destinado a acabarse. Entre el yo y el tú está el muro de la alteridad. Ciertamente, amando podemos entrar, de algún modo, en la existencia del otro. Queda, sin embargo, la barrera infranqueable del ser diversos. Jesús, en cambio, que a través del amor ha sido transformado totalmente, está libre de tales barreras y límites. Es capaz de atravesar no sólo las puertas exteriores cerradas, como nos narran los Evangelios (cf. Jn 20, 19). Puede atravesar la puerta interior entre el yo y el tú, la puerta cerrada entre el ayer y el hoy, entre el pasado y el porvenir. Cuando, en el día de su entrada solemne en Jerusalén, un grupo de griegos pidió verlo, Jesús contestó con la parábola del grano de trigo que, para dar mucho fruto, tiene que morir. Con eso predijo su propio destino: no se limitó simplemente a hablar unos minutos con este o aquel griego. A través de su Cruz, de su partida, de su muerte como el grano de trigo, llegaría realmente a los griegos, de modo que ellos pudieran verlo y tocarlo en la fe. Su partida se convierte en un venir en el modo universal de la presencia del Resucitado, en el cual Él está presente ayer, hoy y siempre; en el cual abraza todos los tiempos y todos los lugares. Ahora puede superar también el muro de la alteridad que separa el yo del tú. Esto sucedió con Pablo, quien describe el proceso de su conversión y Bautismo con las palabras: "vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí" (Ga 2, 20). Mediante la llegada del Resucitado, Pablo ha obtenido una identidad nueva. Su yo cerrado se ha abierto. Ahora vive en comunión con Jesucristo, en el gran yo de los creyentes que se han convertido –como él define– en "uno en Cristo" (Ga 3, 28).
Queridos amigos, se pone así de manifiesto, que las palabras misteriosas de Jesús en el Cenáculo ahora –mediante el Bautismo– se hacen de nuevo presentes para vosotros. Por el Bautismo el Señor entra en vuestra vida por la puerta de vuestro corazón. Nosotros no estamos ya uno junto al otro o uno contra el otro. Él atraviesa todas estas puertas. Ésta es la realidad del Bautismo: Él, el Resucitado, viene, viene a vosotros y une su vida a la vuestra, introduciéndoos en el fuego vivo de su amor. Formáis una unidad, sí, una sola cosa con Él, y de este modo una sola cosa entre vosotros. En un primer momento esto puede parecer muy teórico y poco realista. Pero cuanto más viváis la vida de bautizados, tanto más podréis experimentar la verdad de esta palabra. Las personas bautizadas y creyentes no son nunca realmente ajenas las unas para las otras. Pueden separarnos continentes, culturas, estructuras sociales o también acontecimientos históricos. Pero cuando nos encontramos nos conocemos en el mismo Señor, en la misma fe, en la misma esperanza, en el mismo amor, que nos conforman. Entonces experimentamos que el fundamento de nuestras vidas es el mismo. Experimentamos que en lo más profundo de nosotros mismos estamos enraizados en la misma identidad, a partir de la cual todas las diversidades exteriores, por más grandes que sean, resultan secundarias. Los creyentes no son nunca totalmente extraños el uno para el otro. Estamos en comunión a causa de nuestra identidad más profunda: Cristo en nosotros. Así la fe es una fuerza de paz y reconciliación en el mundo: la lejanía ha sido superada, estamos unidos en el Señor (cf. Ef 2, 13).
Esta naturaleza íntima del Bautismo, como don de una nueva identidad, está representada por la Iglesia en el Sacramento a través de elementos sensibles. El elemento fundamental del Bautismo es el agua; junto a ella está, en segundo lugar, la luz que, en la Liturgia de la Vigilia Pascual, destaca con gran eficacia. Echemos solamente una mirada a estos dos elementos. En el último capítulo de la Carta a los Hebreos se encuentra una afirmación sobre Cristo, en la que el agua no aparece directamente, pero que, por su relación con el Antiguo Testamento, deja sin embargo traslucir el misterio del agua y su sentido simbólico. Allí se lee: "El Dios de la paz, hizo subir de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, en virtud de la sangre de la alianza eterna" (cf. 13, 20). En esta frase resuena una palabra del Libro de Isaías, en la que Moisés es calificado como el pastor que el Señor ha hecho salir del agua, del mar (cf. 63, 11). Jesús aparece como el nuevo y definitivo Pastor que lleva a cabo lo que Moisés hizo: nos saca de las aguas letales del mar, de las aguas de la muerte. En este contexto podemos recordar que Moisés fue colocado por su madre en una cesta en el Nilo. Luego, por providencia divina, fue sacado de las aguas, llevado de la muerte a la vida, y así –salvado él mismo de las aguas de la muerte– pudo conducir a los demás haciéndolos pasar a través del mar de la muerte. Jesús ha descendido por nosotros a las aguas oscuras de la muerte. Pero en virtud de su sangre, nos dice la Carta a los Hebreos, ha sido arrancado de la muerte: su amor se ha unido al del Padre y así desde la profundidad de la muerte ha podido subir a la vida. Ahora nos eleva de la muerte a la vida verdadera. Sí, esto es lo que ocurre en el Bautismo: Él nos atrae hacía sí, nos atrae a la vida verdadera. Nos conduce por el mar de la historia a menudo tan oscuro, en cuyas confusiones y peligros corremos el riesgo de hundirnos frecuentemente. En el Bautismo nos toma como de la mano, nos conduce por el camino que atraviesa el Mar Rojo de este tiempo y nos introduce en la vida eterna, en aquella verdadera y justa. ¡Apretemos su mano! Pase lo que pase, ¡no soltemos su mano! De este modo caminamos sobre la senda que conduce a la vida.
En segundo lugar está el símbolo de la luz y del fuego. Gregorio de Tours narra la costumbre, que se ha mantenido durante mucho tiempo en ciertas partes, de encender el fuego para la celebración de la Vigilia Pascual directamente con el sol a través de un cristal: se recibía, por así decir, la luz y el fuego nuevamente del cielo para encender luego todas las luces y fuegos del año. Esto es un símbolo de lo que celebramos en la Vigilia Pascual. Con la radicalidad de su amor, en el que el corazón de Dios y el corazón del hombre se han entrelazado, Jesucristo ha tomado verdaderamente la luz del cielo y la ha traído a la tierra –la luz de la verdad y el fuego del amor que transforma el ser del hombre. Él ha traído la luz, y ahora sabemos quién es Dios y cómo es Dios. Así también sabemos cómo están las cosas respecto al hombre; qué somos y para qué existimos. Ser bautizados significa que el fuego de esta luz ha penetrado hasta lo más íntimo de nosotros mismos. Por esto, en la Iglesia antigua se llamaba también al Bautismo el Sacramento de la iluminación: la luz de Dios entra en nosotros; así nos convertimos nosotros mismos en hijos de la luz. No queremos dejar que se apague esta luz de la verdad que nos indica el camino. Queremos preservarla de todas las fuerzas que pretenden extinguirla para arrojarnos en la oscuridad sobre Dios y sobre nosotros mismos. La oscuridad, de vez en cuando, puede parecer cómoda. Puedo esconderme y pasar mi vida durmiendo. Pero nosotros no hemos sido llamados a las tinieblas, sino a la luz. En las promesas bautismales encendemos, por así decir, nuevamente, año tras año esta luz: sí, creo que el mundo y mi vida no provienen del azar, sino de la Razón eterna y del Amor eterno; han sido creados por Dios omnipotente. Sí, creo que en Jesucristo, en su encarnación, en su cruz y resurrección se ha manifestado el Rostro de Dios; que en Él Dios está presente entre nosotros, nos une y nos conduce hacia nuestra meta, hacia el Amor eterno. Sí, creo que el Espíritu Santo nos da la Palabra verdadera e ilumina nuestro corazón; creo que en la comunión de la Iglesia nos convertimos todos en un solo Cuerpo con el Señor y así caminamos hacia la resurrección y la vida eterna. El Señor nos ha dado la luz de la verdad. Esta luz es también al mismo tiempo fuego, fuerza de Dios, una fuerza que no destruye, sino que quiere transformar nuestros corazones, para que nosotros seamos realmente hombres de Dios y para que su paz actúe en este mundo.
En la Iglesia antigua existía la costumbre de que el Obispo o el sacerdote después de la homilía exhortara a los creyentes exclamando: "Conversi ad Dominum" –volveos ahora hacia el Señor. Eso significaba ante todo que ellos se volvían hacia el Este –en la dirección del sol naciente como señal del retorno de Cristo, a cuyo encuentro vamos en la celebración de la Eucaristía. Donde, por alguna razón, eso no era posible, dirigían su mirada a la imagen de Cristo en el ábside o a la Cruz, para orientarse interiormente hacia el Señor. Porque, en definitiva, se trataba de este hecho interior: de la conversio, de dirigir nuestra alma hacia Jesucristo y, de ese modo, hacia el Dios viviente, hacia la luz verdadera. A esto se unía también otra exclamación que aún hoy, antes del Canon, se dirige a la comunidad creyente: "Sursum corda" –levantemos el corazón, fuera de la maraña de todas nuestras preocupaciones, de nuestros deseos, de nuestras angustias, de nuestra distracción– levantad vuestros corazones, vuestra interioridad. Con ambas exclamaciones se nos exhorta de alguna manera a renovar nuestro Bautismo: Conversi ad Dominum –siempre debemos apartarnos de los caminos equivocados, en los que tan a menudo nos movemos con nuestro pensamiento y obras. Siempre tenemos que dirigirnos a Él, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Siempre hemos de ser "convertidos", dirigir toda la vida a Dios. Y siempre tenemos que dejar que nuestro corazón sea sustraído de la fuerza de gravedad, que lo atrae hacia abajo, y levantarlo interiormente hacia lo alto: en la verdad y el amor. En esta hora damos gracias al Señor, porque en virtud de la fuerza de su palabra y de los santos Sacramentos nos indica el itinerario justo y atrae hacia lo alto nuestro corazón. Y lo pedimos así: Sí, Señor, haz que nos convirtamos en personas pascuales, hombres y mujeres de la luz, colmados del fuego de tu amor. Amén.

viernes, 21 de marzo de 2008

Cristo, respuesta a la sed de infinito; afirma el Papa en el Vía Crucis

Decenas de miles de peregrinos en el Coliseo de Roma afrontaron el frío y la lluvia
Foto: EFE (© Copyright 1995-2007 Panamá América-EPASA )

ROMA, viernes, 21 marzo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó este Viernes Santo a Jesús como la respuesta a la sed de infinito de todo corazón humano, al recorrer su camino hacia la cruz, el Vía Crucis, en el Coliseo de Roma.
Dirigiéndose a las decenas de miles de peregrinos, que tuvieron que afrontar un inesperado frío y la fuerte lluvia, al final del ejercicio de piedad, reconoció: «Muchos, también en nuestra época, no conocen a Dios y no pueden encontrarlo en el Cristo crucificado».
«Muchos están en búsqueda de un amor o de una libertad que excluya a Dios. Muchos creen que no tienen necesidad de Dios», siguió diciendo.
Cristo, aseguró, ofrece «la paz que buscamos, la alegría que anhelamos, el amor que llene nuestro corazón sediento de infinito».
El obispo de Roma invitó a dejar que Cristo «ponga en crisis nuestras certezas humanas. Abrámosle el corazón. Jesús es la verdad que nos hace libres para amar».
«No tengamos miedo --insistió--: al morir, el Señor destruyó el pecado y salvó a los pecadores, es decir, a todos nosotros».
Las meditaciones y oraciones, confiadas en esta ocasión por el Santo Padre al cardenal Joseph Zen Ze-kiun, S.D.B., obispo de Hong Kong, permitieron tocar los corazones de los presentes con la situación de los «mártires vivientes», los cristianos perseguidos en todo el mundo.
«Probablemente ellos, más que nosotros hoy, han vivido en su cuerpo la Pasión de Jesús. En su carne Jesús ha sido de nuevo arrestado, calumniado, torturado, escarnecido, arrastrado, aplastado bajo el peso de la cruz y clavado en aquel madero como un criminal», explica en la introducción el purpurado chino.
En las imágenes de cada una de las catorce estaciones que aparecían en el libro que se entregó a los peregrinos y que presentaron los canales de televisión de todos los continentes, Jesús aparece con rasgos orientales, así como el resto de los personajes del Evangelio.
Una joven china entregó en la duodécima estación la cruz al Papa, quien siguió el Via Cucis desde el Monte Palatino.
Anteriormente, habían cargado con la cruz hermanos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, una minusválida en silla de ruedas, una familia de Roma, una religiosa de Burkina Faso y el cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para la diócesis de Roma
Benedicto XVI concluyó el encuentro leyendo una propia meditación en la que muestra cómo «a través del camino doloroso de la cruz, los hombres de todas las épocas, reconciliados y redimidos por la sangre de Cristo, se han convertido en amigos de Dios, hijos del Padre celestial».
«"Amigo", llama a cada uno de nosotros, porque es auténtico amigo de todos nosotros. Por desgracia, no siempre logramos percibir la profundidad de este amor sin fronteras que Dios nos tiene», deploró.
« Para Él no hay diferencia de raza y cultura --dijo--. Jesucristo murió para liberar a la antigua humanidad de la ignorancia de Dios, del círculo de odio y violencia, de la esclavitud del pecado. La Cruz nos hace hermanos y hermanas».
Benedicto XVI presidirá en la noche de este sábado, a partir de las 21.00 horas, la Vigilia Pascual en la que la Iglesia revive la resurrección de Cristo.
Este domingo, a las 10.30 horas, celebrará la misa en la plaza de San Pedro del Vaticano. Después, a mediodía, desde el balcón central de la basílica pronunciará el mensaje de felicitación por la Pascua, e impartirá la bendición «Urbi et Orbi».
Por Jesús Colina

jueves, 20 de marzo de 2008

El Papa exhorta en el Jueves Santo a no dejarse envenenar por el rencor, en la misa de la Cena del Señor


ROMA, jueves, 20 marzo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI lanzó en la santa misa en la Cena del Señor, de la tarde del Jueves Santo, un llamamiento a la purificación para no dejar que el alma quede envenenada por el rencor.
El Papa presidió una celebración eucarística, en la catedral del obispo de Roma, la basílica de San Juan de Letrán, en la que lavó los pies a doce sacerdotes.
El dinero recogido en las ofrendas, según había predispuesto el Papa, se destinará para ayudar al orfanato «La edad de Oro» de La Habana (Cuba).
La homilía estuvo dedicada a la necesidad de la purificación interior, como condición para vivir la comunión con Dios y con los hermanos.
«A esto exhorta el Jueves Santo --dijo el Papa--: a no dejar que el rencor hacia los demás se vuelva veneno del alma. Nos exhorta a purificar continuamente nuestra memoria, perdonándonos de corazón los unos a los otros, lavándonos los pies los unos a los otros, para poder dirigirnos todos juntos hacia el banquete de Dios».
«Día tras día estamos como recubiertos de suciedad multiforme, de palabras vacías, de prejuicios, de sabiduría reducida y alterada; una multiplicidad de falsedades se filtra continuamente en nuestro ser más íntimo», denunció.
«Todo esto ofusca y contamina nuestra alma, nos amenaza con la incapacidad ante la verdad o el bien. Si acogemos las palabras de Jesús con el corazón atento, éstas se revelan cómo verdadera limpieza, y purificación del alma», aclaró.

Caridad y purificación son dos palabras que Jesucristo logró sintetizar con el gesto del lavatorio de los pies a sus discípulos, reconoció.
«Si acogemos las palabras de Jesús con el corazón atento, se convierten en auténticos lavatorios, purificaciones del alma, del hombre interior. A esto nos invita el Evangelio del lavatorio de los pies: a dejarnos siempre de nuevo lavar por esta agua pura, a ser capaces de la comunión con Dios y con los hermanos».
«Pero del costado de Jesús, tras el golpe de la lanza del soldado, no sólo salió agua, sino también sangre. Jesús no sólo habló, no sólo nos dejó palabras. Se entrega a sí mismo. Nos lava con la potencia sagrada de su sangre, es decir, con su entrega "hasta el final", hasta la Cruz».
«Su palabra es algo más que simplemente hablar; es carne y sangre "por la vida del mundo". En los santos sacramentos, el Señor se arrodilla nuevamente ante nuestros pies y nos purifica. Pidámosle que seamos cada vez más penetrados por el baño sagrado de su amor y de este modo quedemos verdaderamente purificados».
«Tenemos necesidad del "lavatorio de los pies", el lavatorio de los pecados de cada día, y por este motivo necesitamos confesar los pecados».
«Tenemos que reconocer que también en nuestra nueva identidad de bautizados pecamos. Tenemos necesidad de la confesión tal y como ha tomado forma en el sacramento de la reconciliación. En él, el Señor nos lava siempre de nuevo los pies sucios y nosotros podemos sentarnos a la mesa con Él».
Con esta ceremonia, el Papa comenzó el llamado «Triduo Pascual», en recuerdo de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Este Viernes Santo, por la tarde, el Papa participará en la celebración de la Pasión del Señor en la basílica de San Pedro y en la noche presidirá el Vía Crucis, en el Coliseo de Roma.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Benedicto XVI presenta el Triduo Santo Meditación en la audiencia general

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 19 marzo 2008 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI este miércoles durante la audiencia general en la que meditó sobre el Triduo Pascual, que comienza el Jueves Santo y culmina con la Vigilia Pascual.
* * *
Queridos hermanos y hermanas:
Hemos llegado a la vigilia del Triduo Pascual. Los próximos tres días son llamados comúnmente «santos», porque nos hacen revivir el acontecimiento central de nuestra Redención; nos reorientan hacia el núcleo esencial de la fe cristiana: la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Son días que podríamos considerar como un solo día: constituyen el corazón y el fulcro de todo el año litúrgico, así como de la vida de la Iglesia. Al final del camino cuaresmal, nos disponemos también nosotros a entrar en el clima mismo que Jesús vivió entonces en Jerusalén. Queremos despertar en nosotros la memoria viva de los sufrimientos que el Señor padeció por nosotros y prepararnos para celebrar con alegría, el próximo domingo, «la verdadera Pascua, que la sangre de Cristo ha recubierto de gloria, la Pascua en la que la Iglesia celebra la fiesta que constituye el origen de todas las fiestas», como dice el prefacio para el día de Pascua del rito ambrosiano.

Mañana, Jueves Santo, la Iglesia hace memoria de la Última Cena, en la que el Señor, en la vigilia de su pasión y muerte, instituyó el Sacramento de la Eucaristía, y el del Sacerdocio ministerial. En esa misma noche, Jesús nos dejó el mandamiento nuevo, «mandatum novum», el mandamiento del amor fraterno. Antes de entrar en el Triduo Santo, aunque íntimamente ligado a él tendrá lugar en cada comunidad diocesana, mañana por la mañana, la Misa Crismal, en la que el obispo y los sacerdotes del presbiterio diocesano renuevan las promesas de la Ordenación. También se bendicen los óleos para la celebración de los sacramentos: los óleos de los catecúmenos, los de los enfermos, y el santo crisma. Es un momento particularmente importante para la vida de cada comunidad diocesana que, reunida entorno a su pastor, reafirma la propia unidad y la propia fidelidad a Cristo, único sumo y eterno sacerdote. En la noche, en la misa en la Cena del Señor se hace memoria de la Última Cena, cuando Cristo se entregó a todos nosotros como alimento de salvación, como medicina de inmortalidad: es el misterio de la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana. En este sacramento de salvación, el Señor ha ofrecido y realizado para todos aquellos que creen en Él la unión más íntima posible entre nuestra vida y su vida. Con el gesto humilde pero sumamente expresivo del lavatorio de los pies, se nos invita a recordar lo que el Señor hizo a sus apóstoles: lavándoles los pies proclamó de manera concreta el primado del amor, amor que se hace servicio hasta el don de sí mismos, anticipando también así el sacrificio supremo de su vida que se consumirá el día después, en el Calvario. Según una hermosa tradición, los fieles concluyen el Jueves Santo con una vigilia de oración y de adoración eucarística para revivir más íntimamente la agonía de Jesús en el Getsemaní.

El Viernes Santo es la jornada que recuerda la pasión, crucifixión y muerte de Jesús. En este día, la liturgia de la Iglesia no prevé la celebración de la santa misa, pero la asamblea cristiana se reúne para meditar en el gran misterio del mal y del pecado que oprimen a la humanidad, para recorrer, a la luz de la Palabra de Dios y ayudada por conmovedores gestos litúrgicos, los sufrimientos del Señor que expían este mal. Después de haber escuchado la narración de la pasión de Cristo, la comunidad reza por todas las necesidades de la Iglesia y del mundo, adora a la Cruz y se acerca a la Eucaristía, consumando las especies conservadas de la misa en la Cena del Señor del día precedente. Como invitación ulterior a meditar en la pasión y muerte del Redentor y para expresar el amor y la participación de los fieles en los sufrimientos de Cristo, la tradición cristiana ha dado vida a diferentes manifestaciones de piedad popular, procesiones y representaciones sagradas, que buscan imprimir cada vez más profundamente en el espíritu de los fieles sentimientos de auténtica participación en el sacrificio redentor de Cristo. Entre éstos, destaca el Vía Crucis, ejercicio de piedad que con el paso de los años se ha ido enriqueciendo con diferentes expresiones espirituales y artísticas ligadas a la sensibilidad de las diferentes culturas. De este modo han surgido en muchos países santuarios con el nombre de «calvarios» hasta los que se llega a través de una salida empinada, que recuerda el camino doloroso de la Pasión, permitiendo a los fieles participar en la subida del Señor al Monte de la Cruz, el Monte del Amor llevado hasta el final.
El Sábado Santo se caracteriza por un profundo silencio. Las Iglesias están desnudas y no están previstas liturgias particulares. Mientras esperan el gran acontecimiento de la Resurrección, los creyentes perseveran con María en la espera, rezando y meditando. Hace falta un día de silencio para meditar en la realidad de la vida humana, en las fuerzas del mal y en la gran fuerza del bien que surge de la Pasión y de la Resurrección del Señor. Tiene una gran importancia en este día la participación en el Sacramento de la reconciliación, indispensable camino para purificar el corazón y predisponerse para celebrar la Pascua íntimamente renovados. Al menos una vez al año, tenemos necesidad de esta purificación interior, de esta renovación de nosotros mismos. Este Sábado de silencio, de meditación, de perdón, de reconciliación desemboca en la Vigilia Pascual, que introduce el domingo más importante de la historia, el domingo de la Pascua de Cristo. La Iglesia vela junto a fuego nuevo bendito y medita en la gran promesa, contenida en el Antiguo y en el Nuevo Testamento: la liberación definitiva de la antigua esclavitud del pecado y de la muerte. En la oscuridad de la noche, a partir del fuego nuevo se enciende el cirio pascual, símbolo de Cristo que resucita glorioso. Cristo, luz de la humanidad, despeja las tinieblas del corazón y del espíritu e ilumina a cada hombre que viene al mundo. Junto al cirio pascual, resuena en la Iglesia el gran anuncio pascual: Cristo ha resucitado verdaderamente, la muerte ya no tiene poder sobre Él. Con su muerte, ha derrotado el mal para siempre y ha donado a todos los hombres la vida misma de Dios. Según una antigua tradición, durante la Vigilia Pascual, los catecúmenos reciben el Bautismo para subrayar la participación de los cristianos en el misterio de la muerte y de la resurrección de Cristo. De la esplendorosa noche de Pascua, la alegría, la luz y la paz de Cristo se extienden en la vida de los fieles de toda comunidad cristiana y llegan a todos los puntos del espacio y del tiempo.

Queridos hermanos y hermanas: en estos días particulares, orientemos decididamente la vida hacia una adhesión generosa y convencida a los designios del Padre celestial; renovemos nuestro «sí» a la voluntad divina, como hizo Jesús con el sacrificio de la cruz. Los sugerentes ritos del Jueves Santo, del Viernes Santo, el silencio henchido de oración del Sábado Santo y la solemne Vigilia Pascual, nos ofrecen la oportunidad de profundizar en el sentido y en el valor de nuestra vocación cristiana, que surge del Misterio Pascual, y concretizarla en el fiel seguimiento de Cristo en toda circunstancia, como hizo Él, hasta la entrega generosa de nuestra existencia.

Hacer memoria de los misterios de Cristo significa también vivir en adhesión profunda y solidaria con el hoy de la historia, convencidos de que lo que celebramos es realidad viva y actual. Llevamos, por tanto, en nuestra oración el carácter dramático de los hechos y de las situaciones que en estos días afligen a muchos hermanos y hermanas nuestros de todas las partes del mundo. Nosotros sabemos que el odio, las divisiones, las violencias, no tienen nunca la última palabra en los acontecimientos de la historia. Estos días vuelven a alentar en nosotros la gran esperanza: Cristo crucificado ha resucitado y ha vencido al mundo. El amor es más fuerte que el odio, ha vencido y tenemos que asociarnos a esta victoria del amor. Por tanto, tenemos que volver a comenzar a partir de Cristo y trabajar en comunión con él por un mundo basado en la paz, en la justicia y en el amor. En este compromiso, que involucra a todos, dejémonos guiar por María, quien acompañó al Hijo divino por el camino de la pasión y de la cruz, y que participó, con la fuerza de la fe, en la aplicación de su designio salvífico. Con estos sentimientos, os hago llegar ya desde ahora mis mejores deseos de feliz y santa Pascua a todos vosotros y a vuestras comunidades.

[Al final de la audiencia, el Santo Padre saludó a los peregrinos en varios idiomas.En español, dijo:]
Queridos hermanos y hermanas:
Con el Triduo Pascual conmemoramos el evento central de nuestra Redención, preparándonos para las fiestas de Pascua.
Mañana, Jueves Santo, la Iglesia hace memoria de la Última Cena. En ella el Señor instituyó los Sacramentos de la Eucaristía y del Sacerdocio ministerial y nos dejó el mandamiento nuevo del amor fraterno. El gesto del lavatorio nos invita a vivirlo como servicio. Concluye el día con vigilias de adoración eucarística, para revivir íntimamente la agonía de Jesús en Getsemaní.
El Viernes Santo la Iglesia acompaña a Jesús en su pasión y muerte, y medita el misterio de mal y del pecado que oprime a la humanidad, orando por las intenciones de la Iglesia, adorando la Cruz y comulgando. También se realizan actos de piedad popular como procesiones, representaciones sagradas y el Vía Crucis.
El Sábado Santo se caracteriza por un gran silencio. Mientras los creyentes esperan la resurrección del Señor, perseveran rezando con María. Este día desemboca en la Vigilia Pascual, que introduce en el domingo más importante de la historia, el de la Pascua de Cristo. El cirio encendido en medio de la noche es símbolo de Cristo que resucita glorioso.
Saludo a los peregrinos de lengua española. En estos días santos podéis profundizar en el sentido de vuestra vocación cristiana, rezar por las situaciones que afligen a la humanidad y anunciar la gran esperanza: ¡Cristo crucificado ha resucitado y ha vencido al mundo! Felices Pascuas.
[Traducción del original italiano por Jesús Colina
© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

Intensas actividades cristianas conforman la Semana Santa en Ciudad Guayana

NUEVA PRENSA DE GUAYANA


Escrito por Raiza Villa Fotos: Guilermo Mora
Tuesday, 18 de March de 2008

Parroquias realizarán solemnes rituales



Monseñor Mariano José Parra, Obispo de Ciudad Guayana, tras considerar que en estos días se celebra la vida y no la muerte al tiempo que, ofreció un mensaje de paz, amor y reflexión, exhortó a la colectividad a la prudencia durante los días santos. El padre Ángel Caraballo de la Iglesia Nuestra Señora Del Valle, también hizo el llamado a compartir y a construir una sociedad libre de conflictos
Está previsto que en el marco de la Semana Mayor, diferentes iglesias de Ciudad Guayana desplieguen intensas actividades religiosas en conmemoración a la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, quien con sus grandes acciones y sacrificios redimió a una humanidad entera.
Como es del conocimiento general, este período sagrado del cristianismo inicia desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, luego del tiempo de cuaresma o los cuarenta días posteriores al Miércoles de Ceniza, en el que se conmemora los días en que Jesucristo, permaneció en el desierto y fue tentado por el demonio antes de iniciar su ministerio público. Es de mencionar que, durante este tiempo, la iglesia da apertura a la oración, a la limosna y a la penitencia.
Oficialmente los días santos comienzan el Domingo de Ramos, acto en el que se rinde honor a la entrada solemne de Jesucristo a la tierra santa de Jerusalén, enviado a este lugar por el padre celestial como el Mesías que libraría a los hombres de sus pecados. Durante este día feligreses guayaneses, llevaron a bendecir sus palmas.
El día lunes santo, por lo general la mayoría de las parroquias de la entidad, realizan una misa especial por los enfermos. Ese día, miembros de la iglesia buscan a aquellas personas que por padecer una enfermedad no cuentan con la capacidad y con los recursos para acudir a la casa del Creador y dirigen sus oraciones a ellos al tiempo que realizan un fraternal compartir.
En este sentido el día martes, generalmente la iglesia acompaña a María Madre Dolorosa, recordando con visible vehemencia el papel de la virgen, cuando crucificaban a nuestro señor Jesucristo. Seguidamente, el día miércoles santo, devotos trajeados con atuendos de color morado, asisten a la misa, efectúan procesión en honor al Nazareno de San Pablo y encuentro de imágenes en diferentes puntos de la localidad.
Durante el jueves, se realizará una misa para recordar la Cena del Señor, lo cual conforma institución de la Eucaristía en un altar monumento del día, del sacerdocio y del mandamiento nuevo del amor, éste ultimo fundamentado en las palabras que esgrimió Jesucristo en la última cena, “Amémonos los unos a los otros como yo los he amado” y el lavado de los pies. Se informó que debido al clima de inseguridad que impera en la sociedad guayacitana, la adoración eucarística que se tenía prevista celebrarse a partir de las seis de la tarde hasta el día siguiente, será interrumpida a la medianoche y reiniciará a las seis de la mañana del viernes.
Se pudo conocer que el viernes santo, la iglesia conmemora el sermón de las siete palabras, reflexión de las últimas palabras, actualizadas, expresadas por nuestro señor Jesucristo, momento en que lo crucificaban en la Cruz del Calvario, la Pasión del Señor y la procesión del Santo sepulcro y la Dolorosa desde el punto de vista litúrgico. Al igual que el encuentro de las imágenes, acompañado de cantos religiosos alegres y tonos festivos.
Entretanto el día Sábado, antiguamente denominado Sábado de Gloria, luego de conmemorarse el día en que Cristo permaneció en el sepulcro, se efectuará la vigilia pascual, liturgia de la palabra, del fuego y bautismal. En este acto religioso, feligreses encienden una gran fogata o velas que representan a Cristo como la luz que disipa las tinieblas, se leen varios trozos de la sagrada escritura e historia de la salvación y se realiza la bendición del agua.
La temporada santa finaliza con la conmemoración de la Resurrección, día en que Jesucristo resucitó después de la crucifixión, va al encuentro con sus apóstoles y luego sube hacia los cielos. En el Domingo de Resurrección o de Pascua, con motivo a celebrar la fiesta más importante para todos los católicos, se realizan diversas procesiones religiosas en Ciudad Guayana al mismo tiempo que, se bendice el agua.
Tras informar sobre la programación de los días religiosos el Monseñor Mariano José Parra Sandoval, Obispo de Ciudad Guayana, ofreció un mensaje de paz y amor a la población guayanesa, “deseo que estos días santos, en los que se celebra los misterios de la pasión de Cristo, sean de completa reflexión y perdón, que no se constituyan en días de violencia, pues durante estos días celebramos la vida y no la muerte, hago el llamado a la prudencia, a la paz al amor, a no cometer infracciones que pongan en riesgo sus vidas, consideró que el momento es propicio para dedicárselo a nuestro señor Jesucristo y hacer el bien”, expresó.
El padre Ángel Caraballo de la iglesia Nuestra Señora del Valle en el sector Mendoza también inclinó sus palabras al amor y a la paz, “es necesario que vivamos estos días con santidad, orando y reflexionando sobre todo lo que Jesucristo sacrificó por nosotros, debemos comprometernos en construir una sociedad unida, en la que los conflictos los resolvamos por la vía del consenso de igual forma, es necesario que nos solidaricemos con los más pobres y necesitados así como Cristo lo hizo con nosotros”, precisó.
Programa de actividades católicas
-Lunes Santo: Misa por los enfermos.
-Martes Santo: Acompañando a María Madre Dolorosa.
-Miércoles Santo: Misa Procesión con el Nazareno.
-Jueves Santo: Misa de la última Cena.
-Viernes Santo: Sermón de las Siete palabras.
-Sábado Santo o de Gloria: Vigilia Pascual.
-Domingo de Resurrección: Bendición del agua.

martes, 18 de marzo de 2008

Cómo vivir la Semana Santa hoy en Entorno



Hoy a la 1:30 pm estarán hablando sobre CómoVivir la Semana Santa el Padre Carlos Ruiz, la Hna.Alba Suarez y el joven José Alberto Henriques, en el programa de ENTORNO por TV Guayana, moderado por Yamilet Pinto. Será repetido en la noche a las 10:00 pm y mañana miércoles a las 8:30 am.

lunes, 17 de marzo de 2008

Feligreses conmemoran el Domingo de Ramos en Ciudad Guayana

EL DIARIO DE GUAYANA
lunes, 17 de marzo de 2008

Para recordar la entrada de Jesús al templo e iniciar la Semana Santa

Tania García

Un conglomerado de fieles seguidores de la Iglesia Católica, acudió masivamente con gran devoción a misa en el comienzo de la Pascua, ayer Domingo de Ramos en las diversas iglesias de Ciudad Guayana, para iniciar la Semana Santa y conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén, siguiendo la narración del Evangelio de San Marcos:

"Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce" (Marcos 11, 1-11).
Las ceremonias litúrgicas de este día comienzan con la bendición de las palmas y ramas de olivo que llevan en sus manos los fieles, rememorando el pasaje evangélico. Durante la ceremonia de la misa se da lectura al relato completo y dramatizado de la Pasión.

Iglesia Santísima Trinidad

Representantes de la Iglesia
Celedonio Salazar, Ministro de la Sagrada Eucaristía de la Iglesia Santísima Trinidad, dijo que desde las 5 :00 de la mañana se estuvo organizando la procesión de Ramos, en conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, los fieles hacemos cruces con las palmas para recordar que Jesucristo murió por nosotros”.
Mientras que el Padre Hugo Danilo Ramos, de la Iglesia Santísima Trinidad, en Unare, instó a que continúen asistiendo a la Iglesia e hizo un llamado a vivir esta Semana Santa la experiencia de Jesús, debemos compartir, reflexionar, asistir a la procesión de Nazareno, el Jueves a la Institución de la Eucaristía, el Viernes al Vía Crucis de la pasión de Cristo, para acercarse a la Resurrección del señor.
Los feligreses
Yanet García dijo que “todos los Católicos debemos reflexionar lo que Jesús hizo por nosotros debemos vivir la pasión de Cristo en nuestros corazones para nuestra salvación. Amor, paz y mucha fè”.
Por su parte, César Figueroa, expresó que es un día especial, muy religioso y el llamado a la prudencia y a la auto observación.
José Domínguez, considera que “la Semana Santa es lo mas bello que debemos vivir con mucha devoción e invito a los jóvenes para que asistan a la Iglesia y podamos vivir tiempos de paz, unión y entendimiento, a los 85 años aun estoy aprendiendo y Dios nos enseña todos los días”

Misa de Las Palmas en Fé y Alegría


NUEVA PRENSA DE GUAYANA
Escrito por Redacción
Lunes, 17 de Marzo de 2008


Con la asistencia de importantes prelados de la iglesia local y una numerosa feligresía, se realizó la misa de Las Palmas en la Iglesia de Fé y Alegría en la urbanización Mendoza. En este sitio se escenificó la llegada de Jesús a Jerusalem y se bendijo las palmas, como evidencia de la palabra del Señor. La costumbre establece que la palma bendita es una protección para el hogar que se mantiene bajo el precepto del humanismo cristiano. La gráfica de Mora recoge el momento en que el sacerdote bendice las palmas

IGLESIA HOY - MAYO 2009

NOVEDADES DE H2O NEWS