viernes, 6 de marzo de 2009

El rumbo de la Catedral de Ciudad Guayana

La presente entrevista apareció publicada en el Diario Correo del Caroní el pasado mes de Diciembre del 2008, donde la periodista Clavel Rangel preguntaba a Mons. Mariano Parra Sandoval sobre el curso de la construcción de la Catedral de Ciudad Guayana.
En ella, Monseñor señala los pasos dados hasta esa fecha (19-12-2008).

Foto: Pastoral MCS


Sin apoyo proyecto Catedral de Guayana
19 de diciembre 2008

El obispo de Ciudad Guayana, monseñor Mariano Parra Sandoval, respondió a las interrogantes acerca de la construcción de una catedral para la Diócesis. La burocracia ha atentado contra uno de los proyectos más esperados por la feligresía.

Clavel A. Rangel Jiménez


Hace 20 años el arquitecto Julián Ferris ganó el concurso del diseño de la futura catedral de Ciudad Guayana. Luego de dos décadas apenas el 40% de la obra está lista.
Distintos gobernadores han intervenido de una u otra manera, pero en el caso de la administración actual, la falta de diligencia en entregar los documentos de culminación son un obstáculo para la continuación de la obra.
En la víspera de la Navidad los pilares de la Catedral de Ciudad Guayana están en completo abandono. El lunes pasado hasta el cadáver de un hombre fue encontrado en los cimientos del templo.

¿Qué pasó con el proyecto? ¿Cuál es su situación actual? ¿Qué medidas habrá que tomar? Son las interrogantes que monseñor Mariano Parra Sandoval, obispo de Ciudad Guayana esclareció al Correo del Caroní.

La historia empieza así: en el 2001 con el gobierno de Antonio Rojas Suárez miles de millones fueron bajados por línea del Fides a la Gobernación, esos recursos fueron destinados a la construcción de la Catedral de Ciudad Guayana. La primera fase del proyecto contempló 2.900 millones de bolívares que ejecutó la Gobernación en el 2002 con la constructora Ensadof. Según cuenta el propio obispo la constructora fue bastante abierta a mostrar los informes, el cronograma de la obra y las distintas partidas.

Pero estos recursos eran sólo una parte del monto que el Fides había otorgado al proyecto. Con el paso del tiempo la constructora no pudo continuar debido a los retrasos que había en otorgar los recursos, es así como según Parra se prescindió del contrato de la manera más amable.

El viacrucis de un templo
La nueva constructora Xacobeo entró prácticamente con el gobierno de Rangel en el 2004. “A partir del 2004 no hubo continuidad, esta constructora no tenía las herramientas para hacerla, es allí cuando comenzaron los problemas serios y prácticamente el viacrucis”, contó el obispo.

Tanto fue el retraso burocrático en la entrega de recursos que el bolívar poco a poco se fue devaluando. De tal manera que lo que estaba programado en un comienzo no pudo completarse, lo que sí estaba claro era que nuevos recursos estatales no iban a destinarse a la construcción del templo.

“Vamos a construir hasta donde se pueda”, añade monseñor según sus conversaciones con Francisco Rangel Gómez. En el 2005 el Instituto de la Vivienda, Obras y Servicios (Inviobras) anunció que no había más dinero, desde entonces la Fundación Catedral decidió revisar qué se había hecho con los recursos y así consiguieron una serie de irregularidades que se manifestaron mediante una carta a la institución.

“Pensamos que se pagaron cosas a la constructora que Ensadof ya había hecho. Nunca vimos el cronograma de obra de la constructora Xacobeo, ni las inspecciones, ni los informes”, señala monseñor.

El 24 de noviembre de 2005 los ingenieros de la Fundación Catedral dirigieron una comunicación a Inviobras en las que manifestaron sus quejas con la constructora, lo que comprendió la denuncia de ciertas irregularidades en los trabajos realizados. Así como las denuncias concretas de ciertas partidas concedidas a Xacobeo que ya habían sido realizadas por la antigua constructora.

“Hemos observado que en 11 meses que tiene la construcción sólo se ha ejecutado el 30% del monto presupuestado (...) no han sido del todo eficientes en manejar una construcción de esta magnitud”, decía la carta.

Como los ingenieros de la Fundación no tenían injerencia legal debido a que los recursos eran del Estado, no pudieron participar activamente en la supervisión de lo que se estaba ejecutando. Pero la duda que quedó en la misiva nunca fue respondida, por lo tanto todo quedó en papeles y en un silencio que hasta la fecha no encuentra respuesta.

Se trata de 22.345 metros cuadrados en la unidad de desarrollo 251 que fueron donados por la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) para la construcción de la tan anhelada Catedral.

¿Y ahora?
Mariano Parra Sandoval, obispo de Ciudad Guayana, señala que quedan muchos planes para la culminación de la obra y aclara que ahora no contarán con el apoyo estatal, pero sí con el de la empresa privada y toda la feligresía que quiere ver culminada la Catedral de Ciudad Guayana. “Si el Gobernador o Inviobras nos entregan los documentos legales de lo que la Gobernación ejecutó con los recursos, nosotros podremos continuar con las actividades pro-fondo, incluso colocar la curia a un lado para cuidar el terreno”, señala.

Y es que la presencia de un cadáver en el terreno de la catedral es casi una imagen análoga del estado en el que se encuentra la obra. “Lo único que le pedí al gobernador fue que nos diera vigilancia en esa área y la electrificación”, contó.

Es esta la fecha en la que según monseñor Parras Sandoval las llamadas al gobernador Francisco Rangel Gómez han sido infructuosas. “Yo me puedo reunir a la hora y en el lugar que él diga”, expresó.

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