Diversos representantes del mundo político, gubernamental, eclesiástico y civil se congregaron en el Cementerio Parque Jardines del Orinoco de Puerto Ordaz para despedir a este hombre, al que muchos consideran excepcional.
Marcos David Valverde
Un sentido aplauso rompió el silencio durante la tarde de este jueves en el Cementerio Parque Jardines del Orinoco, en honor al hombre que el pasado martes causó un gran pesar en toda Ciudad Guayana al dejar de existir: el sacerdote jesuita Santiago Ollaquindia.
Diversos representantes de los ámbitos eclesiástico, político, gubernamental y civil se congregaron en el camposanto para decir adiós a ese hombre que formó a varias generaciones en el Colegio Loyola Gumilla.
Cantos, rosas, lágrimas y muchas muestras de admiración dominaron la escena del entierro -este jueves- de quien fue Vicario de la Diócesis de Ciudad Guayana, maestro del Loyola y profesor de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.
Lúcido e inteligente
La diputada de la Asamblea Nacional, Pastora Medina, fue una de las presentes en el sepelio del padre Santiago Ollaquindia durante la tarde de este jueves.
"Era un hombre lúcido e inteligente. Siempre nos iluminaba con sólo su presencia, porque fue un ejemplo de constancia y trabajo. Siempre batallaba por dar lo mejor de sí, y nos enseñó mucho con sus talleres sobre la Biblia", expresó.
Medina no dejó de destacar la importante labor social que realizó el fallecido durante su vida, y a la gran cantidad de personas que formó como profesor. "Por eso es que es muy lamentable que en la UNEG y en la Unexpo no le hayan dado el apoyo para lograr su jubilación. No le facilitaron nada, y no fue posible que se lograra algo al respecto", lamentó.
Expresó que, a pesar de ello, Ollaquindia nunca mostró debilidad ante las adversidades. "Definitivamente era un gran sacerdote. Nunca lo olvidaremos", agregó.
"Era un hombre lúcido e inteligente. Siempre nos iluminaba con sólo su presencia, porque fue un ejemplo de constancia y trabajo. Siempre batallaba por dar lo mejor de sí, y nos enseñó mucho con sus talleres sobre la Biblia", expresó.
Medina no dejó de destacar la importante labor social que realizó el fallecido durante su vida, y a la gran cantidad de personas que formó como profesor. "Por eso es que es muy lamentable que en la UNEG y en la Unexpo no le hayan dado el apoyo para lograr su jubilación. No le facilitaron nada, y no fue posible que se lograra algo al respecto", lamentó.
Expresó que, a pesar de ello, Ollaquindia nunca mostró debilidad ante las adversidades. "Definitivamente era un gran sacerdote. Nunca lo olvidaremos", agregó.
Toda una suerte
Por su parte, el comisionado de la Gobernación del estado Bolívar, Ricardo Souki, catalogó como un golpe de suerte en la vida el haber tenido el privilegio de tener a Ollaquindia como profesor.
"Tuve la suerte de haber estudiado en el Loyola con él. Fue un hombre ejemplar que ayudó a mi formación profesional. Una suerte y una dicha, además", agregó.
Ese ejemplo, para Souki, radicó en "ayudar y dar sin ver a quién. Es una tristeza que me da que el hecho de que se haya ido, porque tenía un gran espíritu y calidad humana".
"Tuve la suerte de haber estudiado en el Loyola con él. Fue un hombre ejemplar que ayudó a mi formación profesional. Una suerte y una dicha, además", agregó.
Ese ejemplo, para Souki, radicó en "ayudar y dar sin ver a quién. Es una tristeza que me da que el hecho de que se haya ido, porque tenía un gran espíritu y calidad humana".
Una opinión similar se dejó escuchar de la voz del obispo de Ciudad Guayana, Mariano Parra Sandoval, quien además ofició la ceremonia en honor a Ollaquindia.
"Este fue un hombre de temple envidiable. Lo conocí en Maracaibo, cuando era niño, y me mostró mucho cariño y una gran confianza. Siempre nos veíamos, conversábamos y me aconsejaba, porque veía en él a ese hombre mayor con una gran experiencia, y su muerte es un fuerte golpe al mundo eclesial", declaró.
Para Parra Sandoval, el destino de Santiago Ollaquindia no será otro: "Dios premiará toda su generosidad".
La fe primero
"Deseo terminar mi vida de tal manera que alcance el objetivo final de todo sacerdote, que es morir dentro de mi fe y alcanzar la vida eterna", expresó en 2004 Santiago Ollaquindia.
En 2009, los feligreses y quienes tuvieron la oportunidad de compartir con ese jesuita, quien falleció el martes pasado, pueden darle un último voto de confianza y afirmar que su objetivo estuvo cumplido: murió, tal y como él lo quería, dentro de su fe.
El adios al Presbítero Santiago Ollaquindia Aguirre
Ayer se llevó a cabo el sepelio del Presbítero Santiago Ollanquindia Aguirre, quien falleció el pasado miércoles en horas del mediodía producto de un ACV. En el acto fúnebre estuvieron presentes los miembros de su feligresía, los clérigos que hacen vida religiosa en todas las parroquias de la ciudad y numerosas de personas, con cuya presencia retribuyeron la gran estima a la obra de este sacerdote. Monseñor José Mariano Parra, obispo de Ciudad Guayana, quien presidió la ceremonia, expresó sentidas palabras, a través de las cuales honró el trabajo y la vida del Presbítero. Ayer se llevó a cabo el sepelio del Presbítero Santiago Ollanquindia Aguirre, quien falleció el pasado miércoles en horas del mediodía producto de un ACV.
Cabe destacar que en el acto velatorio estuvieron presentes los miembros de su feligresía, los clérigos que hacen vida religiosa en todas las parroquias de la ciudad y un sinfín de personas quienes le tuvieron gran estima a la obra de este sacerdote.
Ayer se llevó a cabo el sepelio del Presbítero Santiago Ollanquindia Aguirre, quien falleció el pasado miércoles en horas del mediodía producto de un ACV. En el acto fúnebre estuvieron presentes los miembros de su feligresía, los clérigos que hacen vida religiosa en todas las parroquias de la ciudad y numerosas de personas, con cuya presencia retribuyeron la gran estima a la obra de este sacerdote. Monseñor José Mariano Parra, obispo de Ciudad Guayana, quien presidió la ceremonia, expresó sentidas palabras, a través de las cuales honró el trabajo y la vida del Presbítero. Ayer se llevó a cabo el sepelio del Presbítero Santiago Ollanquindia Aguirre, quien falleció el pasado miércoles en horas del mediodía producto de un ACV.
Cabe destacar que en el acto velatorio estuvieron presentes los miembros de su feligresía, los clérigos que hacen vida religiosa en todas las parroquias de la ciudad y un sinfín de personas quienes le tuvieron gran estima a la obra de este sacerdote.
Allí también estuvo presente Monseñor José Mariano Parra, Obispo de Ciudad Guayana, quien ofreció unas palabras alentadoras con el fin de honrar el trabajo y la vida del Presbítero.
El sepelio se efectuó en Jardines del Orinoco a las 3:30 de la tarde, después de una marcha fúnebre que pudo considerarse de “multitudinaria” debido a la gran cantidad de personas que asistieron a dar el último adiós al Padre Ollaquindia.
En el camposanto no faltaron las respectivas ofrendas florales y las lágrimas de algunos de los presentes, quienes consideraron a Santiago Ollaquindia como un modelo de perseverancia.
Las primeras horas del día
Durante toda la mañana y parte de la tarde del día de ayer, se celebró la misa de eucaristía en la iglesia Nuestra Señora de Coromoto, lugar donde fue velado.
El encargado de llevar a cabo esta ofrenda fue el Oblispo de la ciudad, Monseñor José Mariano Parra, quien realizó una semblanza del Presbítero como una forma de despedida.
Igualmente, durante toda la mañana cada uno de los sacerdotes de las diferentes parroquias de la ciudad, iniciaron una misa cada hora en la cual honraron el cuerpo de Ollaquindia.
Todos los miembros de esa feligresía se encuentran de luto y sintieron la necesidad de rendir tributo a este hombre que dedicó parte de su vida a impulsar la educación, y qué mejor día como el de ayer en el que los educadores celebraron su fecha, para rendir un profundo homenaje al Presbítero Santiago Ollaquindia.
El equipo de El Diario de Guayana le envía sus más sentidas condolencia a sus familiares y paz a sus restos. GH
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