jueves, 17 de abril de 2008

Pobreza y esclavitud infantil: Un mal social que persiste


NUEVA PRENSA DE GUAYANA

Escrito por María Elena Ramírez
Thursday, 17 de April de 2008

Ayer se celebró el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil y un porcentaje importante de los niños que debería representar el porvenir del país deben -a menudo- enfrentar la desigualdad y la exclusión y abandonar las responsabilidades propias de su edad para convertirse en adultos prematuramente En Venezuela es muy elevado el índice de pobreza crítica. En el mundo se estima que actualmente existe un 65% de desempleo e informalidad que se traduce en 1.500 millones de personas sin trabajo. “El desempleo de un adulto genera la esclavitud infantil” y en este país millones de infantes viven por debajo del umbral de la pobreza, en su mayoría se ven obligados a trabajar, abandonando el juego y la escuela, para buscar el sustento propio y en muchos casos el de sus familias.

Amelia de Campos, integrante del Movimiento Cultural Cristiano y Camino Juvenil Solidario de Ciudad Guayana, afirmó que “cuando una sociedad no respeta a la infancia se ha convertido en salvaje”. Los miembros de este movimiento, perteneciente a la Iglesia Católica, alegaron que “la esclavitud infantil es el tercer gran negocio mundial tras el tráfico de drogas y de armas”, y creen que si los niveles de pobreza llegaran a subsanarse estos problemas disminuirían.

En este sentido, ayer llevaron a cabo una concentración en el semáforo de El Roble, a las 3 de la tarde, con la finalidad de denunciar la esclavitud infantil y el desempleo y tratar de buscarle una salida a esta situación “indeseable”. Señaló que para muchos quizás la esclavitud infantil no exista pero lo cierto es que la sociedad debe adherirse a la petición, que se hace cada 16 de abril, para abolir este problema que llega a convertirse en un genocidio en contra de los menores.

Las cifras siempre conservadoras de organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), por su parte también admiten que 1 de cada 4 niños trabaja en el mundo empobrecido, que es la inmensa mayoría de la humanidad, con el 86%.

Las organizaciones han estimado que más de 400 millones de niños son esclavizados en pleno siglo XXI, obedeciendo a la cultura del lucro desmedido y lo más lamentable es que es “con el silencio de los medios de comunicación y la complicidad de los gobiernos del mundo”.

La señora de Campos hizo un llamado de atención a las autoridades gubernamentales a no esconder las cifras verdaderas y en caso de que realmente no las sepan que indaguen sobre el problema, porque sabiendo cuántos niños pobres y esclavos hay en el país es que se le puede hacer frente a la situación.

“No son niños trabajadores, son niños esclavos”

El Movimiento Cultural Cristiano de Guayana ha dicho que no son niños trabajadores sino esclavos los que se ven a menudo cargando carretillas en los mercados, limpiando zapatos y vidrios de carros en calles y semáforos, embolsando en supermercados, vendiendo frutas en las avenidas, entre otros, y desean poder hacer algo para sacarlos de esta realidad terrible.

Y no son precisamente esclavos de alguien que les quita el dinero, aunque en algunos casos esto sucede, sino que son esclavos de la crítica condición de pobreza en la que viven, añadieron.

Testimonios

Ender López, quien actualmente trabaja como empaquetador en uno de los tantos supermercados de de esta ciudad, cuenta cómo se inició en el trabajo desde muy corta edad. “Repetí dos veces el primer grado y como no sé leer ni escribir mi mamá me sacó de la escuela. Como vivimos mi mamá, mis hermanitos y yo solos en la casa y mi mamá no trabaja yo estudié sólo preescolar y después me puse a trabajar aquí para ayudar en mi casa’’.

Con más de 7 años dedicándose a esta misma labor, este niño de apenas 14 años de edad no gana más de 100 bolívares a la semana, “porque somos muchos”, entre las propinas que le dan por ayudar a cargar bolsas no es mucho lo que puede devengar, éste aseguró que a veces es víctima de agresiones de sus mismos compañeros, de algunos clientes y hasta de los dueños de los centros comerciales “porque, como se creen mejor que uno nos humillan”.

Otro niño, Adrian Sánchez de 8 años de edad, lava vidrios de carros en semáforos de la ciudad. Confiesa que “me sacaron de la escuela porque no había dinero para compararme los cuadernos ni el uniforme”. Este infante no trabajaba pero ayudaba a su mamá en la casa hasta que la grave situación económica lo llevó a caer en este abismo del cual confiesa desea y espera poder salir pronto. “Como soy el más pequeño, los otros tienen 10 y 13, ellos me dan patadas y a veces me quitan los reales y no me alcanza lo que le doy a mi mamá”.

Ambos son una milésima parte de lo que ocurre en los estratos más bajos de esta sociedad a diario. Para nadie es un secreto que muchas niñas son víctimas de la explotación sexual, en avenidas y mercados de la región. No conformes con tener que abandonar lo que más les gusta para sumergirse en un mundo totalmente echo para adultos, se sabe que estos menores deben levantarse desde las 3 ó 4 de la mañana cada día para buscar el dinero que luego no pueden disfrutar ellos mismos.

“No a la explotación laboral”

Los miembros del Movimiento Cultural Cristiano y Camino Juvenil Solidario de Ciudad Guayana se preguntaron “¿qué hacen los partidos políticos y los sindicatos contra el desempleo y la explotación infantil?”. Invitaron a respetar la dignidad sagrada de la persona. Informaron que el valor de la canasta básica alimentaria en Venezuela actualmente se ubica en 1.210 bolívares fuertes y que el salario mínimo que puede cubrir un niño que trabaja es sólo el 50% lo cual es “un salario de miseria”.

“Hay que sacarlos de la calle y educarlos”

Entre los tantos objetivos que tiene el Ejecutivo Nacional debería incluir un programa que se encargue de sacar a estos niños de la calle y facilitarles el acceso al colegio, opina la profesora Marina Guerra.

Ésta educadora de aula integrada asegura que “el corazón se me encoge cada vez que veo a una criatura de estas trabajando o pidiendo dinero en la calle por su situación de pobreza”. Afirma que la situación económica muchas veces requiere que ellos trabajen, pero abandonan los estudios y con ellos todas las buenas posibilidades que les pudiera brindar el futuro.

Mártir de la esclavitud infantil

Hoy hace 13 años, el niño pakistaní de 12 años de edad, Iqbal Masih fue asesinado por la mafia de su país por su lucha contra la esclavitud infantil. Trabajaba de tapicero desde los 4 años y pertenecía al Frente de Liberación del Trabajo Forzado, desde donde denunció a numerosas empresas por prácticas de explotación infantil. Diversas entidades sociales han convocado a manifestaciones cada año, en más de 30 ciudades españolas y latinoamericanas para recordar a Iqbal y denunciar que más de 400 millones de niños en el mundo son explotados en el trabajo.

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