OBISPO DE CIUDAD GUAYANA
A los Sacerdotes, Diáconos Permanentes, Religiosos y Religiosas, Seminaristas, Catequistas, Comunidades Cristianas Parroquiales y todos los fieles católicos de esta Iglesia Particular
“Que todos sean uno, como tu, Padre, estás en mi y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste.” (Jn. 17, 21)
Que
En el marco de la celebración de
Después de doce años de haber sido lanzado el proyecto y ante la reciente celebración del Concilio Plenario de Venezuela y
En estos momentos que vivimos, como nos lo recuerda el documento de Aparecida, “nos sentimos interpelados a discernir los ‘signos de los tiempos’, a la luz del Espíritu Santo, para ponernos al servicio del Reino, anunciado por Jesús, que vino para que todos tengan vida y ‘para que la tengan en plenitud’ (Jn. 10, 10)” (Cf. Aparecida 33)
Con gran gozo, hemos visto en nuestra diócesis, en los últimos años un gran esfuerzo por vivir la eclesiología del Vaticano II que hemos tratado de plasmar a través del Proyecto Diocesano de Pastoral. En estos últimos doce años han sido muchas las vivencias de comunión experimentadas en nuestra Iglesia particular: las parroquias se han sectorizado para ir creando pequeñas comunidades; en muchas de ellas, se han creados las diversas instancias de comunión como los EPAP’s, los Consejos Pastorales, los Consejos de Asuntos Económicos, etc. Se han fortalecido los encuentros fraternos entre los sacerdotes, las religiosas y los fieles laicos.
A nivel diocesano podemos resaltar que se han consolidado y fortalecido las Zonas Pastorales y algunas Comisiones Diocesanas, como Catequesis, Pastoral Social, Pastoral Familiar, Juvenil y Vocacional entre otras. Esto nos llena de alegría y esperanza.
Pero, también, con profundo dolor vemos como cada día mas esta sociedad nos lleva a vivir en un clima de egoísmo, injusticias, odios, guerras y desunión. Es imposible no estar conscientes de cómo se ha incrementado la violencia y el odio en medio de nuestras comunidades, especialmente las más excluidas. La violencia política no se queda atrás y no se respetan las ideas del adversario ideológico, sino que por el contrario todo se quiere resolver a fuerza de insultos, descalificaciones, odios, rencores y actos de violencia física.
A esto debemos añadir, como nos lo dice CPV que “el pensamiento dominante en esta nueva época, según el cual cada nivel de la realidad es autónomo, con la consecuente fragmentación que ello ha traído en la realidad social, ha favorecido el que muchos cristianos de hoy conciban su fe como un cumplimiento de determinados ritos o actividades de corte religioso, sin mayor preocupación por las exigencias que lleva consigo el Evangelio en todos los ámbitos de la vida.” (ICM 9)
Otro rasgo negativo de este tiempo es esa aspiración de la persona a hacerse su vida por su cuenta, lo que ha favorecido estilos de acción pastoral paternalistas “y un modo de participación mas bien pasivo y poco comprometido” (ICM 11).
Una Espiritualidad de Comunión.
El Concilio Plenario de Venezuela nos dice en el # 33 del documento”La comunión en
El Concilio Vaticano II por esto, nos define a
El concepto de Iglesia, como icono de
La espiritualidad de comunión radica en Dios (amor compartido, Trinidad de personas) que crea al ser humano a su imagen y semejanza y, por lo tanto, lo crea para vivir en el amor, para vivir en comunidad, para vivir como pueblo. Dios nos llama a la comunión con Él, comunión que se convierte en posesión común de aquellos que lo acogen. Nosotros, por nuestra parte, estamos llamados a hacernos siempre más comunión, más comunidad, más pueblo, más familia de Dios.
Esta Espiritualidad comporta vivir la novedad de las relaciones con Dios y con todos los seres humanos; participar en la vida de los otros y de la comunidad para compartir los gozos y los dolores, haciéndonos próximos, compañeros de aventura y asumiendo la propia responsabilidad para buscar el bien de los otros y el bien común. Implica vivir la reconciliación para buscar los caminos necesarios a fin de restablecer la paz; ministro de la reconciliación el cristiano pacifica en si cuanto hay de división, se hace “puente” entre las partes heridas, genera el encuentro de los que están dispersos, acoge a todos, especialmente a los mas pobres, débiles y excluidos; promueve relaciones fraternas y hace interactuar las partes. Recordemos de nuevo las palabras de Juan Pablo II: “Espiritualidad de la comunión significa, además, capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad profunda del Cuerpo místico y, por tanto, como ‘uno que me pertenece’, para saber compartir sus alegrías y sus sufrimientos, para intuir sus deseos y atender a sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y profunda amistad.” (NMI 43)
Nos debe llevar a promover el diálogo, como escucha y acogida del otro y dinamismo de crecimiento del conjunto hacia metas crecientes de unidad; a vivir el discernimiento comunitario, entendido como proceso vivido junto con la comunidad cristiana, en la identificación de los problemas, en el análisis y búsqueda de posibles soluciones, en la opción libre y determinada de aquello que
Comporta vivir la solidaridad que se expresa en la comunicación y el compartir los bienes espirituales, materiales y culturales, cumpliendo así el mandamiento nuevo de amarnos los unos a los otros como Él nos amó. Solidaridad que lucha por un mundo distinto, más justo, más humano y, por lo mismo, en paz.
Una espiritualidad que nos lleve a una plegaria litúrgica y personal en la que se celebre el misterio de Cristo y la unión con Él, en la esperanza de “algo mejor” que está por venir y que está siempre por construir. Benedicto XVI en su Encíclica “Spe Salvi” Nº 34 nos dice: “Para que la oración produzca esta fuerza purificadora debe ser, por una parte, muy personal, una confrontación de mi yo con Dios, con el Dios vivo. Pero, por otra, ha de estar guiada e iluminada una y otra vez por las grandes oraciones de
Año Paulino
Otra celebración a la cual hemos sido convocados por El Papa Benedicto XVI es la del Año Paulino, conmemorando los 2000 años de su nacimiento. El Año Paulino ofrecerá la ocasión de descubrir la figura del Apóstol, su actividad, sus viajes; releer las Cartas que escribió dirigidas a las primeras comunidades cristianas; revivir los primeros tiempos de
Líneas de acción.
Hermanos y hermanas, estamos en el año 2008, preámbulo de la tercera Fase de
Una Diócesis que trata de vivir esta Espiritualidad de Comunión se caracteriza por ciertos valores y estilo de vida. Entre ellas debemos destacar:
- el diálogo, basado en la apertura y aceptación recíproca, en la confianza mutua y en el respeto a las diversidades;
- la libertad de espíritu que estimula la creatividad y la responsabilidad personal;
- la conciencia colectiva de que la diócesis necesita de cada uno y cada uno necesita de la diócesis; se es parte de ella, o se es una isla;
- La solidaridad, la ayuda mutua, el compromiso por la justicia y la paz; la conciencia de objetivos claros y fines comunes que dan sentido y orientación a cuanto se hace y se vive y que estimulan a la cooperación de todos;
- la reconciliación constante que facilita y promueve el crecimiento de las personas y de la comunidad; todos tratan de comprenderse, de apoyarse mutuamente y dar tiempo a los otros para crecer juntos.
Ante este llamado de Cristo y su Iglesia, los exhorto a que, además de las líneas de acción que propuse en mi anterior carta pastoral, asumamos las siguientes:
· Es necesario que emprendamos un proceso de “conversión y reconciliación en el Pueblo de Dios como signo de comunión y unidad.” (CVI 62, 3.2.1)
· Invito a todas las parroquias que no hayan creado las instancias de comunión, que el Proyecto Diocesano de Pastoral contempla, a que en la brevedad posible constituyan estos organismos de comunión. Me refiero a la sectorización, el Equipo de Coordinación Sectorial, el EPAP, la red de Mensajeros, el consejo Parroquial de Asuntos Económicos, Consejo Parroquial de Pastoral y
· Aquellas parroquias que ya tengan estas estructuras establecidas deben fortalecerlas, mejorando en ellas la participación y la espiritualidad de comunión.
· Entre estas estructuras también es importante que se establezcan las Asambleas Zonales, donde se disciernan y aprueben actividades conjuntas y se traten temas importantes relacionados con la vida de la misma zona. Estas asambleas también deben realizarse a nivel parroquial y sectorial.
· Al EDAP lo exhorto a profundizar la espiritualidad de comunión a través de las Ejercitaciones y otros tipos de Ejercicios Espirituales que la refuercen; recordando que ésta implica centrar la vida espiritual en la unidad de
· Quisiera también hacer un llamado para que en las parroquias se robustezca la comunión de bienes, como nos lo pide el CPV: “Todos los miembros del Pueblo de Dios contribuyan decididamente en aquellas iniciativas tendientes a lograr una mas justa distribución de los recursos humanos y materiales en el seno de
Conclusión.
Aunque el camino es largo y con muchos obstáculos, los invito a que no desfallezcamos sino que, por el contrario, no perdamos el entusiasmo, el ardor y la esperanza. El Señor nos acompaña en este camino y
Los bendigo de todo corazón con afecto paternal.
En Ciudad Guayana, a los 13 días del mes de Abril de 2008, día del Buen Pastor y Jornada Mundial de Oraciones por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas.
1 comentario:
Buenas Noches:
María Antonieta y Equipo de Medios de Comunicación Social.
Los Felicito por este blog. En realidad está bello y presenta mucho dinamismo.
Dios los siga bendiciendo.
Hay que usar todas las herramientas de la comuncación para Evangelizar.
Dios les cuide siempre.
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