jueves, 12 de febrero de 2009

A CIEN AÑOS DE LA MUERTE DEL BEATO MANUEL DOMINGO Y SOL



Los sacerdotes Operarios Diocesanos que trabajan en Venezuela celebramos la muerte de nuestro Fundador, el Beato Manuel Domingo y Sol. Conocido como “MOSEN SOL”, ACAECIDA EN Tortosa (España) en 1909.

Descendiente de campesinos y labriegos fue Doctor en Teología y Bachiller en Artes. Dedicó los primeros años de su vida a trabajar intensamente en la enseñanza, en la dirección espiritual, en la atención a las religiosas y en la preparación de apóstoles entre los jóvenes, proporcionándoles espacios de diversión, cultura y formación espiritual.

A los 36 años de edad, un encuentro con un seminarista pobre y necesitado, Ramón Valero, le abrió un nuevo horizonte apostólico: la atención a las vocaciones, especialmente a las sacerdotales, proporcionando orientación, cuidado y una buena formación espiritual.

Su celo apostólico le llevo a fundar en 1884 la Hermandad de Sacerdotes Operarios y seis años después el Pontificio Colegio Español, cuya finalidad era asegurar una formación de alto nivel. En este colegio han estudiado a la fecha más de 3500 seminaristas y sacerdotes españoles y latinoamericanos.

Tras la muerte del hoy Beato se escribieron de él los más bellos elogios. El decreto que reconoció sus virtudes heroicas lo definió como “Santo Apóstol de las Vocaciones Sacerdotales” y el papa Juan Pablo II lo inscribió en el elenco de los Beatos el 29 de Marzo de 1987, estableciéndose el 29 de Enero como su fiesta litúrgica.

Sacerdote cabal y alegre, hombre de una sola pieza, su principal objetivo fue dar a la Iglesia y al mundo muchos y santos sacerdotes. Su centro de vida era la Eucaristía. Su carácter enérgico, constante, emprendedor, sin miedo a la lucha cuando entendía que se atravesaba por medio la voluntad de Dios, actualmente se ve reflejado en la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, extendida por diversas naciones de Europa, América y Africa, a través de los diferentes apostolados: formación de sacerdotes diocesanos, la capacitación de formadores de seminaristas, los centros de estudios enfocados a las vocaciones, el acompañamiento al pueblo de Dios en las parroquias, la formación cristiana de la juventud y la atención espiritual a los fieles en templos dedicados al Santísimo Sacramento.

A Venezuela, los primeros Operarios llegaron en 1956. Los pp. Operarios Luis García Segura, Arsenio Barrionuevo y Felipe Lira iniciaron la misión de la Hermandad en Venezuela en el pueblo de Boconó, Edo. Trujillo.


En 1963 el P. Luis Torres funda la parroquia San Buenaventura y desde entonces la Hermandad sigue presente aprendiendo y compartiendo el camino de la fraternidad con este pueblo de Guayana. Además del párroco fundador, esta Iglesia parroquial de San Buenaventura ha contado con sacerdotes de reconocida vocación y entrega a su pueblo: Santos Lorenzana, Florindo de Andrés, Carlos Merayo, Afrodisio Hernández. El P. Francisco Alfaraz durante 19 años sirvió a este pueblo y se quedó para siempre, sembrado en Jardines del Orinoco. Actualmente son los sacerdotes Jesús Oviedo, ex trabajador de Sidor y Matías Camuñas los que han recibido la misión de la Hermandad de acompañar a esta querida comunidad, abierta a las necesidades de los jóvenes y familias. Como Don Manuel un día se encontró con Ramón Valero y respondió, hoy la Hermandad ha escuchado la voz de Dios y le ha dicho “Presente para el servicio del pueblo” en el comedor social, en los grupos de AA y NA, en el proyecto formativo de estos jóvenes, en la capacitación cultural y musical, en la ayuda para el crecimiento espiritual de la gente joven, de las familias, en la organización popular. Escuchar a Dios en los hermanos caídos al borde del camino.

Además, los operarios están presentes en la dirección del Seminario Jesús Buen Pastor de Ciudad Bolívar, en las casas de Cursillos de Cristiandad de Valencia y Caracas, los seminarios de Santa Rosa de Lima y CEMS de Caracas, así como en otras parroquias más de Guatire, Valencia, Petare y el Márqués.

Hoy, en la vida de equipo, contagiados por el amor reparador en Jesús Sacramentado, damos gracias a Dios por el Beato Manuel Domingo y Sol, porque NO ESTAMOS DESTINADOS A SALVARNOS SOLOS.

Desde San Buenaventura
Matías Camuñas
7-02-09





CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISa
(Extracto de las Crónicas de la Parroquia)





Domingo 8 de Febrero: Misa de las Comunidades. Los Jóvenes. El jueves se reunió el equipo de liturgia y lo preparó todo. A mi me dieron un papel con el guión para que me fijara en el orden de tal y cual cosa. Procesión de un gentío, 9 monaguillos estrenando batas, dos delegados de cada una de las 13 comuniddes con su estandarte, los hermanos de Jesús Sacramentado con sus medallones de fallero mayor, los concelebrantes aumentamos porque llegaron de Bolívar Román y Jose Gregorio, el Obispo vistió casulla polaca de oro reluciente y el Sr. Nuncio también dorada pero no alcancé a ver los hilos de sus encajes. Los dos estaban muy buenos mozos.

Salimos del teatro donde nos vestimos y fuimos por la cancha mientras las campanas repicaban con un son medio aguao pero bueno, al entrar a la iglesia los cantores de antaño con la coral San Buenaventura y con la Estudiantina Mosén Sol con flautas y cuatro entonaron las mejores canciones. Y el “levanto las manos” y Daniel. Y ya en nuestros sitios, mientras el presidente de la concelebración nos llenaba el templo de humo, Gerson, alias PITTI, en un silencio sepulcral, recitó de bandera la oración del Beato. Bien por el hombrecito. Las lecturas, monición de entrada, peticiones. Jesús Jiménez, Santa y Jesús Jr. hicieron la petición en nombre de las familias a las que les han matado un hijo. Muy buena oración por la esperanza y “el hay que seguir”. El Nuncio habló despacio después con Cristina y Jesús. El pan y el vino, los presentó el grupo TAMBÓ con una danza litúrgica.

Y ante Jesús Sacramentado, Leosvel en nombre de todos los representantes de grupos que salieron haciendo un círculo sobre el presbiterio, recitó el compromiso: “Yo, hermano y miembro de la parroquia San Buenaventura, en nombre propio y en el de las comunidades y grupos apostólicos hago compromiso solemne ante mi comunidad y ante mi pueblo de dedicarme por entero al servicio de la causa de Jesús de Nazaret. Me comprometo a que la oración y la contemplación eucarísticas sean la fuerza que me permita ser solidario con la pasión transformadora del evangelio. Y con la ayuda de Dios mi único Señor pueda hacer cada día este compromiso de servicio, oración y contemplación. Amen. En la fiesta del Centenario de la Muerte del Beato Manuel Domingo y Sol, 8 de Febrero de 2009. Parroquia San Buenaventura. San Félix”



El Texto de la homilía del Sr. Nuncio la tengo para enviarla al archivo de la Hermandad y a la hemeroteca de actividades con motivo del Centenario. Conocedor del Beato Manuel Domingo y Sol, el Nuncio demostró estar muy cerca de los operarios y , especialmente, de esta parroquia. Comentó la opción de la Hermandad en la formación cristiana de los laicos con motivo de la Escuela de Teología para laicos y que Román es el asesor. Después de la comunión, el Sr. Obispo Mariano Parra se dirigió a la asamblea de los fieles teniendo unas palabras muy amables y cercanas con la Hermandad, manifestando la confianza que le merecen los operarios y el agradecimiento con la Hermandad por el trabajo que llevamos en esta diócesis. En la parroquia y en el Seminario Jesús Buen Pastor.


El Director General, Don Jesús Rico, quiso hacerse presente y nos envió una carta que leyó el delegado P. Carlos Boulanger. Un buen gesto de cercanía.. Y al terminar de leer la carta, el Delegado tuvo unas palabras de agradecimiento a la comunidad cristiana por su respuesta de fe en la vivencia de la Eucaristía y en las celebraciones con los Operarios. Fustigó muy directo los ataques cobardes contra la Nunciatura e hizo compromiso de fidelidad a la Iglesia en estos momentos difíciles para la Nunciatura. Palabras que han ocupado las primeras páginas en los periódicos que se hicieron eco de las celebraciones. Terminó confesando sus sentimientos de cariño por esta comunidad parroquial en la que estuvo un tiempo.

"Celebrar este final de Centenario ha sido una buena excusa para encontrarnos, para vivir la fraternidad de operarios –nos juntamos 8 hermanos-para compartir la fraternidad del presbiterio y con el obispo, con la Iglesia y el Santo Padre en la persona de su representante, Monseñor Jacinto Berloco y de una manera especial para renovar nuestro compromiso con este pueblo que se ha convertido para nosotros en testigo fiel de la solidaridad y del amor de Dios. Lo cierto es que Don Manuel ha sido más conocido, ha despertado interrogantes y preguntas que ahora, a lo largo del caminar, iremos tratando de responder .La misión de la Vocación y las vocaciones de servicio, Vida de fraternidad, amor por el sacerdocio la espiritualidad eucarística reparadora con tantos cristos rotos de nuestros barrios, y esa educación cristiana de la juventud que tanto nos convoca."


CORREO DEL CARONÍ

Iglesia llama a apartar el odio del debate político
Ainara Fernández R.
La conmemoración por el centenario de fallecimiento del beato Manuel Domingo y Sol, fundador de los sacerdotes operarios diocesanos, fue propicia para que el clero de Ciudad Guayana, junto al Nuncio Apostólico, Jacinto Berloco elevara una plegaria a Dios para que reine la tolerancia.



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