Resurrección que invita a la acción
lunes, 13 de abril de 2009
Los hombres de sotana coinciden en que los actos no deben quedarse en el ritual, por el contrario, hoy más que nunca los feligreses deben ser testimonios del evangelio.
La resurrección de Cristo este Domingo de Gloria reitera el llamado a renovar la fe, una fe que invita a la acción y a la consideración del otro como "hermano". La exigencia para quienes profesan la fe cristiana es la misma, actuar y entregar la vida a los otros, tal como lo hizo Jesús. "El mensaje sigue siendo el mismo, es la misma exigencia siempre. Entregar la vida a otros para que otros vivan, así de simple", señala el padre Guillermo Van Zeeland.
"En la señal de la cruz no termina la vida, sino que comienza... este ejemplo continúa viviendo. Siempre ha sido el mismo mensaje, no es nada nuevo, lo que no debe convertirse en una celebración de monumento porque la fe es algo vivo".
Agrega que el que sacrifica su vida por la de los demás obtiene reconocimiento por añadidura, pero no es lo que se busca.
También el mensaje del padre Luis Ugalde sj, en una entrevista ofrecida a El Universal se refiere al sentido de la acción. "La Semana Santa debe servirnos para revisar de qué manera uno, con su silencio, es cómplice de la muerte del inocente".
Por otra parte, Danny Socorro, sacerdote jesuita de Ciudad Guayana, explicó que la lectura del evangelio -cuando María va a embalsamar al cuerpo de Jesús- presenta dos situaciones que a su juicio, pueden ser peligrosas para la fe.
"Uno de ellos es que ese hecho se convierta sólo en un recuerdo, y el otro es que sea sólo un ritualismo. Y lo cierto es que ese hecho es una actualización de la fe para cada uno de nosotros".
Ante ese episodio también hay caminos que necesariamente hay que recorrer. "Podemos centrarnos en las dificultades pero hay otro camino, que es aceptar las situaciones dolorosas que tenemos en la vida, ampliar nuestra capacidad de percepción y allí está inmerso el discernimiento".
Añade Socorro que mirando el sepulcro y con el discernimiento es posible aceptar esas dificultades y recurrir a ese mensaje de Jesús cuando dice "vayan a Galilea", y allí es donde se toma la decisión de actuar, de luchar por lo que se quiere. (CARJ)
Domingo de resurrección concurrido en Ciudad Guayana
Rubén Varrasso
La fe cristiana es la más grande en el mundo occidental y pese a las diferentes problemáticas internas que esa iglesia ha sufrido en años recientes, aún se cuentan por miles los fieles venezolanos que acuden cada domingo de resurrección a dar aleluya y a renovar su fe en cristo, basados en la esperanza de una intervención de vida por parte del hijo de Dios, que un día como el de ayer resucitó de entre los muertos.
De esa forma, las principales iglesias y parroquias de Ciudad Guayana recibieron a su feligresía cautiva, junto a los que por ser un día tan especial en el calendario católico decidieron hacer una excepción e ir a los templos. Las iglesias visitadas por este equipo reporteril fueron Santísima Trinidad en Unare, parroquia Nuestra Señora de Coromoto en la urbanización Los Olivos, Nuestra Señora del Valle en las adyacencias de Villa Colombia y la iglesia Inmaculada Concepción, ubicada en el centro de San Félix.
Montones de fe y regocijo
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los cristianos, quienes conmemoran la Resurrección de Jesús, el hecho que da sentido a toda su religión. Por ello es lógico y contundente el regocijo que invadió a esta comunidad religiosa el día de ayer. Así pues, las personas se aglomeraron en los bancos y sillas de las iglesias, así como en los pasillos, puertas e incluso a las afueras, con el fin de compartir con el prójimo la fiesta pascual.
Montones de fe y regocijo
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los cristianos, quienes conmemoran la Resurrección de Jesús, el hecho que da sentido a toda su religión. Por ello es lógico y contundente el regocijo que invadió a esta comunidad religiosa el día de ayer. Así pues, las personas se aglomeraron en los bancos y sillas de las iglesias, así como en los pasillos, puertas e incluso a las afueras, con el fin de compartir con el prójimo la fiesta pascual.
En la iglesia Santísima Trinidad, las personas comenzaron a llegar pasadas las 8 de mañana para una misa que comenzaría a las 9, de esa forma pudieron recorrer las instalaciones del templo y pedir a los santos, a la Virgen María y a Jesucristo, personajes religiosos e históricos, en los cuales reposa la fe de la mayor parte del mundo occidental y quienes cuentan con representaciones físicas en cada iglesia de la fe cristiana en el mundo.
La señora Ismenia Rosado, natural de Cumaná pero con más de 20 años viviendo en Unare y asistiendo a esta iglesia expuso el por qué es esta la principal fiesta religiosa de los cristianos en Venezuela y el mundo.
“Cristo triunfó sobre la muerte abrió las puertas del cielo a quienes creyeron y creen en Él. En esta misa se recuerda eso de una manera especial. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando se conmemora la subida de Jesús al cielo”, explicó.
Por su parte, la Parroquia Nuestra Señora de Coromoto de Los Olivos, también se mostró atiborrada de personas, de fe y de alabanzas, sinónimos de la gran significación que el Domingo de Resurrección continúa teniendo en la comunidad religiosa y la feligresía guayacitana, sin embargo, el espacio físico no se dio abasto para albergar durante la mañana de ayer a todos los participantes de la misa por lo que un buen grupo de personas miró y escuchó al sacerdote y los distintos ritos, desde más allá del umbral de la iglesia.
Ana Manrique, devota cristiana, dijo: “no importa que tengamos que escuchar misa desde la otra esquina, igual vamos a seguir viniendo, porque el día de hoy es demasiado especial para los cristianos católicos, Cristo revivió de entre los muertos y nos dejó su fe, por eso aprovechamos para pedirle que intervenga nuevamente por nosotros, sobre todo en momentos tan difíciles como estos, donde la delincuencia, la pobreza y la mala política están acabando con el país”, sentenció la sexagenaria.
En la Iglesia Nuestra Señora del Valle, ubicada en la urbanización Mendoza de Puerto Ordaz, los feligreses también acudieron en gran medida aunque se notó un dejo de tranquilidad, tal vez provocada por el desanimo que la violencia callejera y el mal momento económico han dejado a su paso, justo en el momento de nuestro arribo, los fieles tomaban la ostia y en su mayoría se encontraban en un estado de introspección notable, seguramente pidiendo, orando y reposando los sentimientos enervados para dar paso a la fe renovada que la resurrección de Cristo trae consigo.
Aleluyas y alabanzas
Mientras tanto, la Iglesia Inmaculada Concepción, establecida justo frente a la plaza Bolívar de San Félix, fue el recinto donde se dejó ver y sentir mayor ánimo, pues las alabanzas y aleluyas fluyeron de todos y cada uno de los asistentes a la misa. En el lugar, no cabía un alfiler y los gritos y cantos de júbilo eran ensordecedores. Incluso globos y serpentinas tuvieron cabida en esta misa, que como cosa curiosa fue uno de los pocos focos de acción que el siempre congestionado centro de San Félix tuvo el día de ayer. Sin embargo no todo era religiosidad y fe, pues los vendedores y pequeños comerciantes, sobre todo de alimentos se apostaron a las afueras de la iglesia con el fin de saciar la sed y apagar el calor de los feligreses a cambio de unas monedas.
Feligreses conmemoraron Domingo de Resurrección
Escrito por María Martínez (pasante)
Como es costumbre todos los años la feligresía upatense conmemora esta importante fecha y desde tempranas horas del día de ayer se reunieron en la iglesia San Antonio de Padua donde se realizó la misa del Domingo de Resurrección oficiada por el padre Tadeo Popiolek como también se llevó a cabo una procesión de encuentro, eucaristía en el sector de Sabaneta.
En las iglesias católicas, la principal ceremonia del día tiene lugar en su comienzo, en el tránsito entre el Sábado Santo y Domingo de Resurrección, cuando se celebra la vigilia Pascual, además es la principal ceremonia de cuantas celebra a lo largo del año litúrgico en las Iglesias, en la misma se da gran importancia al simbolismo de la luz y se incluye una más extensa lectura de las sagradas escrituras.
De igual manera para esta fecha los cristianos celebran la Resurrección de Jesucristo tras haber sido Crucificado, ya que con este evento tiene lugar la culminación de la Semana Santa y en él se abre un nuevo período litúrgico, la Pascua de Resurrección con este acto se da sentido a toda su religión.
Otros de los recuerdos que tienen los católicos en esta misa dominical de una manera especial, enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo Resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando se conmemora la subida de Jesús al Cielo, Cristo triunfó sobre la muerte y con esto abrió las puertas del Cielo a los creyentes.
Durante el período que ahora comienza, los cristianos recordarán la Resurrección y las sucesivas apariciones de Jesús a los apóstoles, a la Virgen y a las Santas Mujeres. El tiempo en que Jesús, resucitado ya y habiendo vencido a la muerte, permaneció aún en la Tierra.
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