miércoles, 8 de abril de 2009

“Estamos en la obligación de decir las cosas malas”

Entrevista realizada a Mons. Mariano José Parra vía telefónica por el diario Correo del Caroní por la periodista Paola Lessey, en ocasión del pronunciamiento de la CEV entono a los últimos acontecimientos acontecidos en el País.
Paola M. Lessey P.
Monseñor Mariano Parra Sandoval, obispo de Ciudad Guayana, considera como "peligroso" la aguda polarización política, pues en ambos lados se niega el diálogo. "Nuestro papel es decir, desde la óptica de la fe y el evangelio, las cosas que vemos que están andando de forma incorrecta", señaló el prelado.

"Esos mismos que hoy critican que la Iglesia Católica se involucre en política y fije posición sobre determinados hechos, son los mismos que en la cuarta República nos aupaban para denunciar las cosas que estaban mal hechas en el gobierno", recordó el obispo de la diócesis de Ciudad Guayana, monseñor Mariano Parra Sandoval, a quienes señalan a los sacerdotes por opinar sobre temas de importancia.

Vía telefónica, afirmó a Correo del Caroní que la Iglesia Católica siempre ha sido y seguirá siendo profética. "Lo bueno que ha hecho este gobierno se ha dicho, pero también estamos en la obligación, como pastores que somos, de decir las cosas malas, lo que hay que corregir. Lo mismo sucedía antes cuando la oposición estaba en el gobierno y criticaba que la Iglesia se metiera en política, ahora se intercambiaron los papeles". Monseñor Parra cree que el gobierno debería agradecer y aceptar las críticas.

- ¿Qué papel debe asumir la Iglesia Católica en las circunstancias por las que atraviesa el país?
- Debe asumir el mismo rol de siempre, porque no queremos ni tumbar al gobierno ni crear partidos políticos, ni somos una organización política, no lo hemos sido nunca ni lo queremos ser. Nuestro papel es decir, desde la óptica de la fe y del evangelio, las cosas que vemos que están andando de forma incorrecta.

"La eliminación de una positiva descentralización y la creciente concentración de poder en el Ejecutivo" son algunas de las preocupaciones de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). El obispo de la diócesis de Ciudad Guayana recuerda la importancia del proceso de descentralización y advierte sobre ciertas estrategias que apuntan hacia la centralización.

"También estamos en la obligación de decir que percibimos mucha violencia en el lenguaje político de ambos bandos y mucha falta de comprensión y tolerancia". Parra Sandoval recomienda, tanto al oficialismo como a la oposición, que faciliten el diálogo e intenten encontrar puntos comunes, "eso no es malo".

Explica que el objetivo de la Iglesia Católica es lograr un clima de reconciliación nacional y acabar con las descalificaciones, la ira y el odio. "Precisamente a eso nos llama Cristo en Semana Santa, a que nos reconciliemos, a tratar de ver lo positivo en nuestros hermanos y resolver las diferencias".

Al obispo de la diócesis de Ciudad Guayana le preocupa que algunos voceros, de distintas tendencias, nieguen la posibilidad de diálogo. "Venezuela es de todos y juntos podremos lograr muchísimas cosas".

- ¿Cree posible una reconciliación cuando ninguna de las dos tendencias está dispuesta a ceder?
- Precisamente a lo que está llamando la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana es a la reconciliación entre ambos bandos, porque en ambos lados hay gente que se niega al diálogo y eso es lo peligroso, ahí es donde estamos mal. Tenemos que ser personas que busquen el diálogo y no se nieguen de antemano, porque de lo contrario iremos a la bancarrota total.

- ¿Cuál es su posición con respecto a los procesos que se les siguen a los dirigentes políticos de oposición y sobre la sentencia de 30 años dictada a los ex comisarios de la Policía Metropolitana? ¿Cree que en el país se ha desatado la persecución política?
- Nosotros no somos jueces para determinar la inocencia o la culpabilidad de nadie, pero estamos preocupados porque pareciera que estos hechos en particular tienen motivaciones políticas. Si el problema de la corrupción en el país es tan grave, tiene que investigarse en ambos lados. Si hay que investigar a la oposición entonces debe hacerse, pero también debe investigarse del lado del gobierno, porque pareciera que cuando se trata del gobierno nadie habla al respecto.

Monseñor también pidió el cese del "ensañamiento" contra la oposición. "Tenemos que ser justos y castigar de acuerdo a las normas y a las leyes y no porque se trate de alguien del bando contrario".

Parra Sandoval pidió a la ciudadanía y a todos los actores de la sociedad, recorrer los caminos de la legalidad y evitar la violencia para la resolución de los problemas. "A los que se sienten indefensos les pedimos que busquen las formas legales de defenderse y a aquellos que están del otro lado, que se ajusten a las leyes y a una justicia que debe ser igual para todos".

A propósito de la Semana Santa, el obispo de la diócesis de Ciudad Guayana llamó una vez más a la reconciliación y al entendimiento, independientemente de la posición política.

Petición de la CEV
En el comunicado emitido por la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana "Semana Santa: Reencuentro con Dios y con el Prójimo", Ubaldo R. Santana Sequera, arzobispo de Maracaibo Baltazar E. Porras Cardozo, arzobispo de Mérida, Roberto Lückert León, arzobispo de Coro y Jesús González de Zárate, obispo Auxiliar de Caracas, manifestaron su profunda preocupación por la violencia, la inseguridad, la polarización política, la descalificación de los adversarios, la eliminación de la descentralización y el deterioro del estado de derecho en el país.

Ante estas situaciones exhortaron a todas las autoridades "a dejarse interpelar por los reclamos de los diversos sectores de nuestra sociedad, a pedirle a Dios que les ayude a ejercer sus graves responsabilidades con justicia, libertad de conciencia, honestidad y transparencia, a poner en el centro de sus actuaciones el respeto sagrado a la dignidad de la persona, sin dejarse arrastrar por intereses particulares o de una parcialidad. Los que ejercen el Poder Judicial, tienen la obligación de asegurarles a los detenidos, procesados y sentenciados, en cada fase del proceso, todas las garantías contempladas en la Constitución Nacional, particularmente los derechos al debido proceso, a la defensa ante sus jueces naturales y a un juicio imparcial".

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