martes, 04 de marzo de 2008
Texto: Ainara Fernández (Correo del Caroní)
Foto: PMCS
Monseñor Parra Sandoval junto al representante del Consejo de Laicos hacen un llamado a la comunidad para que conozca la vida de la segunda beata venezolana En un clima de intensa conflictividad en el país, debido al rompimiento de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Colombia, surge una luz de esperanza que alegra a todos los venezolanos, pues el próximo 27 de abril será beatificada la Madre Candelaria de San José.
La beatificación de la Madre Candelaria de San José será muy particular, pues no sólo el espíritu católico de los venezolanos estará presente para abrigarla con su presencia, sino que será la primera vez que se realice el acto religioso de declaración de Beata en suelo patrio, en una eucaristía que será celebrada por el delegado papal, Cardenal José Saraiva Martins.
Monseñor Parras Sandoval invitó a la comunidad para que conozca a su segunda beata, pues “es necesario en el país un modelo de persona dedicada al bien de la sociedad y de los más necesitados, en vista de que estamos en un mundo carente de valores”.
La ceremonia de beatificación, abierta al público en general, se realizará el 27 de abril en el estadio Universitario de Caracas.
El obispo de Ciudad Guayana informó que una delegación de la región acompañará a la iglesia de Venezuela y el mundo en la declaración de que la Madre Candelaria de San José vivió una vida de santidad como una sierva de Dios.
Milagro realizado El obispo Parra Sandoval explicó que el milagro que realizó la madre Candelaria de San José para ser beatificada se produjo en 1995, cuando a una mujer le diagnosticaron un embarazo de alto riesgo, con insuficiencia cardiaca, anemia y preeclampsia.
En la semana 29 de gestación un ecosonograma mostró la ausencia de actividad en el corazón del feto, y su muerte. Sin embargo, luego de muchos ruegos a la Madre Candelaria de San José, cuando los médicos fueron a limpiar el útero de la progenitora, vieron nacer a la niña que estará presente en la beatificación, y que es el milagro en vida de la monja.
La ceremonia de beatificación está organizada por la congregación de las Madres Carmelitas, junto a la Conferencia Episcopal Venezolana. No obstante, las Diócesis del país también están colaborando en la recaudación de fondos para la festividad, así como también el Consejo de Laicos de la Diócesis de Ciudad Guayana que puso a la venta unos afiches de la imagen religiosa.
Los pagos por la venta de los afiches serán depositados en las cuentas corrientes del Banco Banesco número 0134-0369-43-3695012801; o del Banco Mercantil número 0105-0027-341027-41662-4 a nombre de Hermanas Carmelitas de Madre Candelaria.
Asimismo, en dichas cuentas los interesados pueden hacer cualquier donación para colaborar con la ceremonia de beatificación.
Otros posibles santos El obispo Parra Sandoval señaló que hay otros venezolanos que están en proceso de beatificación, “pero por problemas al entregar los documentos no se han podido materializar”.
Este es el caso del Dr. José Gregorio Hernández, hombre venerado por los venezolanos. Así también esperan por la beatificación, la Madre Emilia de San José, fundadora de la Hermanitas Pobre de Maiquetía; la Madre Carmen Rendiles, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús; la Madre Marcelina, creadora de las Hermanas de los Pobres de San Pedro Claver; la hermana María Bogotá Baquero; así como el monseñor Arturo Celestino Álvarez, quien fue obispo de Maracaibo y Calabozo. (AFR)
Camino a la canonización
La beatificación es una declaración, hecha por el Papa como cabeza de la Iglesia, de que un siervo de Dios vivió una vida de santidad (ha ejercido las virtudes cristianas en grado heroico) y/o tuvo muerte de mártir y está ahora en el cielo. La beatificación es una sentencia no definitiva, que tiende a la canonización. La beatificación permite que se le tribute culto público de veneración con ciertas limitaciones. La veneración universal está reservada para los santos canonizados. Las personas beatificadas son llamadas “Beatos”.
La beatificación es una declaración, hecha por el Papa como cabeza de la Iglesia, de que un siervo de Dios vivió una vida de santidad (ha ejercido las virtudes cristianas en grado heroico) y/o tuvo muerte de mártir y está ahora en el cielo. La beatificación es una sentencia no definitiva, que tiende a la canonización. La beatificación permite que se le tribute culto público de veneración con ciertas limitaciones. La veneración universal está reservada para los santos canonizados. Las personas beatificadas son llamadas “Beatos”.
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