Hemos celebrado el Viernes Santo en el colegio Nuestra Sra. de Fátima. Cinco parroquias: La Inmaculada, Buen Pastor, Santa Cruz, San Francisco de Asís y nosotros, San Buenaventura. El encuentro de las imágenes. Nosotros con el camión de la cooperativa MI ESPERANZA, Justo y Milagros, la planta que nos dejó ALMACARONI y el equipo de sonido. Un gentío y una belleza este caminar con el Nazareno. El Jueves Santo ha sido para anotar: primera vez que dejamos el Santísimo en la UD-104 donde celebré la Misa de la Cena del Señor.. Una bella experiencia con los turnos de adoración. Eutiquio presidió en el templo parroquial, Jesús en Las Parcelas.
Las Confesiones en San Buenaventura.
Vengo hablando que en todos estos días Eutiquio está confesando a destajo. Pues el Viernes Santo un año más se cumplió la tradición y creo que este año hemos tenido record. Yo me senté a confesar a las 6.45 a.m. y me paré a las 13.15 p.m. Y los demás curas, lo mismo. Hubo momentos en que estuvimos 10 sacerdotes: Eutiquio, Jesús Oviedo, Humberto, Gregorio, Hector, Estanislao, Manuel, Jose Gregorio, el Hno. René y yo. Toda una experiencia de sanación. Un mundo de sentimientos, de pasiones, de sufrimiento y de gracia. La sesión terminó a las 13.50 p.m. Las doñas nos sirvieron un té frío con limón y nos recordaron el ayuno y abstinencia. Siempre me acuerdo de algunos operarios jubilados en España que podrían hacer una excelente misión en la visita a los enfermos, confesiones, escuchar cuando tantos hijos de Dios abren su corazón y lo único que necesitan es que alguien les escuche. Y en el nombre de Dios les de la absolución. Una misión liberadora. Cuando vaya a la Asamblea me convertiré en abanderado de una cruzada invitando a los hermanos a venirse a estas comunidades.
Las Procesiones.
Una Iglesia peregrina, sencilla, pueblo convocado. Procesión de los Ramos –por las Parcelas, El Roble y Paramaconi; procesión del Nazareno, por Manoa –pasó por La Lucha y por UD-102, que buena, que procesión tan bella, que trabajo hicieron las organizadoras, nos íbamos deteniendo en las casas de enfermos, y la procesión del Viernes Santo, en el encuentro de las imágenes con las cinco parroquias. Todo nos dice que somos iglesia peregrina, caminante, que somos discípulos, que no podemos anquilosarnos ni ser una iglesia instalada. La institución tiende a que nos quedemos, a no salir, a ser una iglesia burguesa.
La Peregrinatio y los jóvenes misioneros La Legión de María ha estado misionando durante la semana santa. Un grupo de misioneras se quedaron viviendo en la parroquia. A las 5 a.m. ya estaba servido el café, a las 6.30 a.m. los laudes con la comunidad, en la noche la revisión del día y sobre todo, barrio adentro, meterse en las casas 188 hogares visitados en la casa, 50 en la puerta, niños, jóvenes, parejas para santificar el hogar, niños sin escuela…las legionarias han visto la realidad y se han dejado interpelar por ese Dios de los pobres, ese Dios humanado en las entrañas de María Santísima y en el Nazaret diario. Al terminar la peregrinatio y presentar el informe formal al director espiritual, entramos en un ambiente donde el Magnificat se estaba actualizando. Estas mujeres, pilas, daban gracias a Dios porque el Señor se fijó en ellas, porque fueron enviadas, porque aceptaron el reto de ponerse en sus manos, porque se llevan en sus corazones nombres, caras, rostros, amistades, gestos de acogida, muchas sonrisas, toda la esperanza del mundo. “No tuvimos miedo”, “el Señor nos acompañaba”, confesaban en la asamblea cuando les advirtieron de la peligrosidad del barrio. “Son una gente encantadora” fue el resumen del informe. Ahora nos dejan el reto a la parroquia San Buenaventura, que dada la situación geográfica de los sectores y los límites con la parroquia Jesucristo Resucitado, ha nombrado un equipo para coordinar con el P. Gregorio, párroco, trabajos en conjunto. Nos quedan los nombres de las parejas que desean santificar su hogar, nos invitan a visitar el sector y a salir de San Buenaventura para allá, en el lugar, tener la catequesis y el anuncio de la Buena Nueva. En esta Semana Santa la Legión ha sentido más su propia identidad de grupo misionero. Y los jóvenes que se quedaron en la parroquia y que salieron al barrio, en la preparación, formación convivencia, inducción a la oración, al trabajo en equipo, Jóvenes para la formación cristiana. Jesús Oviedo les acompañó más de cerca y algunas noches se fueron a descansar a las 2 a.m. La Vigilia Pascual nos reservó la celebración del fuego: 9 jóvenes en la oscuridad de la noche aparecieron en la placa de la Iglesia con antorchas y el fuego solemne y emocionante. Estos chicos y chicas están llenos de vida.
Las Celebraciones.
El 23 de Marzo, domingo de Resurrección, cumplí 61 años.(Cuando le digo a la gente la edad no me cree, porque y que soy más chamo de lo joven que estoy) En la misa de 8 a.m., día de la bendición del agua, el día que más gente se convoca y en la acción de gracias llamé a Juliana, doña de la comunidad que también estaba de cumple. Y llegaron los mariachis. Y aquella iglesia se convirtió en un jalisco cualquiera. Me decía Juliana que no habíamos podido pensar en un día mejor para cumplir años. A Dios le doy gracias porque me ha puesto en la vida cerca de un grupo de amigos, mucho cariño. A las 9.30 –que fueron las 10.15 a.m. misa en la UD_104 -y además del cumpleaños del párroco, la torta de tres leches, lo importante es que la comunidad está resucitada. Los bancos en círculo, en asamblea con participación y alegría. Regalos y más cariños. El programa del Domingo de Resurrección contempla la boda programada para las 10.30 que comenzó a las 11.30 pero nadie tenía prisa. Todo el mundo nos metimos en la celebración. Jesús Rafael Jiménez y Santa Cristina por un lado y Tito Rafael y Luz Belia formaron las parejas del mes. Santificación de hogar y familia. Cristina estaba tocada con una pluma de ave fugaz, de un azul lago mediodía, vestido rasgado por la rodilla derecha. Luz Belia, de vestido ceñido, hueso natural, tocada con magnolias de la sabana. Las dos, con ramos de flores silvestres, estaban como “unas carajitas, bellas como quinceañeras”, comentaba el director de la Pastoral Familiar. Los apuestos novios llevaban chaquetas anchas, para la brisa, optando por lo informal Jesús Rafael al prescindir de la corbata clásica, no así Tito Rubén que vistió completito. Este pueblo de Guayana es único para celebrar. Una amiga, dada la espiritualidad de amor que invadió la parroquia con estas bodas y testimonios proféticos, me dijo que el día antes había cumplido años de la primera vez que le dio la prueba de amor a quien hoy es el padre de sus hijos. Una celebración mística, de éxtasis como la imagen de Santa Teresa con la boca abierta en aquella iglesia romana, , el primer encuentro de pasión y entrega, de amor y utopía, y no me extraña que al ver la felicidad de los novios, esta pareja se anote en la lista de la santificación de hogar. Ese acontecimiento, la primera prueba de amor, no se celebra en la Vía de la Reconciliatione ni está en la liturgia oficial. (Para el sábado 29 tenemos anotadas para la catequesis de santificación de hogar… 18 parejas)
A la boda.
Eutiquio, con la Pastoral Familiar, había preparado los textos, multicopiados, de una calidad, de una belleza que la gente quedó con la boca abierta. Además Cristina se los aprendió de memoria, la declaración de compromiso y de fidelidad recitados con una ternura especial para ese momento, ese Kairós de parejas, las ofrendas, la entrega de la Biblia, las lecturas, el salmo, textos de Victor Hugo, de Gibram, de Benedetti, de Joaquín Sabina…”que todas las noches sean noches de luna de miel” Chicho y Betzaida, con sus canciones para soñar: “Te seguiré, mi amor, te seguiré”. La China Betzaida les regaló a los novios la oración de la consagración matrimonial, pura espiritualidad. Jesús Rafael inició la celebración del sacramento del matrimonio confesándonos que se había estado preparando durante años para ese momento, con su esposa, desde ahora, podría unirse a la Comunidad en el Banquete de la Eucaristía. Y el hijo de Tito, cuando terminó de leer el texto fijado y dijo sus palabras: “Gracias por que son ustedes unos padres muy buenos, papá y mamá, cuenten conmigo y que la parroquia cuente igualmente por toda la acogida que le han dado a mis padres…” A todos nos emocionó. (Le pediré el teléfono al casi ingeniero petrolero para los proyectos de la parroquia) Y las mujeres: Bárbara, Chabela, Eglé…predicaron y bendijeron este amor de años. Sus esposos estaban ahí, vigilantes del momento, testigos de algo grande que estábamos viviendo en la pequeñez de lo sencillo. Nos estábamos dando cuenta que somos muy amigos, que son muchos años, día a día, los que llevamos caminando juntos. Esto sólo se puede ver con ojos que valores lo pequeño como algo muy grande. Eutiquio, confesando, fue llamado para incorporarse a la presidencia en la Anáfora y la Consagración. Y Jesús Oviedo, así que fue una boda de tres curas y cientos de amigos como testigos, los viejitos del comedor, los coordinadores de las siete parroquias, todos los grupos de San Buenaventura. Con predominio de los pobres, de los que limpian la iglesia, de los grupos de AA y NA. Estas bodas han sido una proclama de Buena Nueva, de Resurrección, de Insurrección que nos presentó Eutiquio. Es posible que la gente se ame, que seamos hermanos, que vivimos en fraternidad. Al banquete nos sentamos unas 240 personas, y música, bailes, pasodobles que Ronald y Rixenys, los hijos de Ricardo y Xenia, profesionales de la bandolina y el cuatro. Frank Morffee fue el jefe de los servicios de comunicación –andaba con una grabadora- y cocina, Urbano responsable de las bandejas grandes para repartir los pasteles de pescado, yuca, ensalada y jugo de auyama. En la cocina, el compadre de Jesús, Chicho, que le dio una prueba de solidaridad, se echó al hombro todo el trabajo de preparar el almuerzo, de limpiar, de meterse en la cocina y no salir. Un buen compadre. Y es que todo este grupo, esta comunidad de San Buenaventura, es que es muy buena, da gusto vivir celebrando la vida por cualquier motivo. Como decíamos en la misa, los amigos de unos son amigos de los otros. El grupo Tambó es especial. Nos presentó bailes llaneros de esos que la bailaora gira y gira dando vueltas en remolino de frenesí. Y el calipso contagiante. A las 5.30 p.m. íbamos terminando para que Jesús Oviedo saliera a la misa y yo me fuera a Las Delicias a celebrar la Eucaristía nº 4, que tuvo tal emoción que parecía la primera. Dios en Jesús Salvador está en esa comunidad tan querida por la Sra. Esperanza, que en gloria esté, y por Herminio. Al llegar a casa me encontré con un presente de Clemente y Yajaira que vinieron a felicitarme. El Dr. Mayo con su esposa me visitó cuando estábamos con los compadres Vázquez terminando el día, evaluando y yo recitando unos poemas de Miguel Hernández del libro que me regaló Jorge.
El día después.
El domingo fue día de muchas misas, celebraciones, las bodas. Así que varios amigos y familia que llamaron para felicitar no me encontraron. Les contestaré a los que se acordaron. La casa amaneció de un desorden subido, y ahora volver al día a día, al Nazaret diario, terminaron procesiones, marchas, semana santa, vigilias. Ahora a renovar el ánimo y seguir en la lucha diaria que ahí está la mística. Ser pueblo, vivir con el pueblo, aprender, estar abierto, saludar las mil oportunidades que Dios nos ofrece. Por Tito y Luz Belia, Por Cristina y Jesús Rafael, por este sacerdote cumpleañero, el mejor brindis de agradecimiento a esta bella comunidad de amigos. Eso sí, en estas ocasiones es que se echan de menos las presencias que fueron ausencias, que no llamaron cuando se estaba esperando. Pero algunos amigos y compadres son malos para retener fechas.
Jesús Resucitado nos convoca a fortalecer la comunidad en Justicia y Solidaridad. FELIZ PASCUA DE RESURRECCION. Cuando tenemos en la ciudad cuestiones pendientes que no son de Resurrección. La agresión de la Guardia Nacional contra los obreros de SIDOR fue bestial: palos, peinilla, bombas lacrimógenas a quemarropa, detenciones injustificadas, humillaciones irracionales. Eso no se le hace a un hombre y mucho menos a un colectivo. De una vez por todas hay que enfrentar esa represión. La Fiscalía ha de tomar cartas en el asunto y señalar responsabilidades. Esta es una realidad sangrante en Ciudad Guayana. Como en el encuentro del martes santo con las madres y padres a los que les mataron sus hijos y que celebramos en la parroquia “Ha denunciado su caso?”, y “para qué” era la respuesta general de mamás y papás de hijos de 15 años, de 18, de 20, los jóvenes muertos antes de tiempo. No hay fe en la justicia, ni en la policía, ni en la fiscalía. Esa, digo, es una cuestión tan seria que todo lo demás es palabrería. Hay mucho discurso que es pura paja. Hay gente que no camina en procesión con el pueblo ni visitó el velorio de un ajusticiado en el barrio sin asfalto. Los más pobres se sienten indefensos. Será que por eso son miles los seguidores del Nazareno. Cruces y humillaciones en el Hijo de Nazaret reflejo de estos hijos e hijas que buscan resucitar con el que DEJÓ EL SEPULCRO VACIO. Desde San Buenaventura proclamamos que vive el que estaba muerto y es El quien nos envía a confesar la BUENA NUEVA. Los nuevos esposos han respondido a este reto y su proclama de la Buena Nueva de Salvación lo concretaron en la Escuela de Béisbol Menor y en el proyecto de Natación. Buscando alternativas de prevención, de vida, de Resurrección. Por la Vida y la solidaridad NO A LA REPRESIÓN , NO A LA MUERTE.
Matías Camuñas
San Buenaventura
24 Marzo 2008, en el 28º aniversario de la Pascua de Romero de América
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